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España España · MADRID
Voto de ELZIETE:
9
Drama Don Jaime (Fernando Rey), un viejo hidalgo español, vive retirado y solitario en su hacienda desde la muerte de su esposa, ocurrida el mismo día de la boda. Un día recibe la visita de su sobrina Viridiana (Silvia Pinal), novicia en un convento, que tiene un gran parecido con su mujer. Basada libremente en la novela "Halma", de Benito Pérez Galdós. (FILMAFFINITY)
30 de marzo de 2021
1 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
Galdós y su "ciclo espiritualista", diez novelas publicadas entre 1891 y 1897 le dieron mucho juego a Buñuel. "Tristana", "Nazarín" y "Halma". Ya andaba la mexicana Silvia Pinal detrás del director para protagonizar "Tristana". El cine de Buñuel en su exilio mexicano no era muy popular por entonces y el proyecto no cuajo. Más tarde, en 1970 y ya en España el de Calanda, "Tristana" se haría carne cinematográfica  con Catherine Deneuve en el papel tras otro intento fallido en el  62 donde se barajó el nombre de Rocío Dúrcal.

La aristócrata Catalina de Artal, condesa de Halma-Lautemberg de la novela "Halma" en la que se inspira la película es sustituida por la novicia Viridiana, cuya referencia fue la  Santa Viridiana de Castelfiorentino la cual a la edad de 12 años fue llevada por un rico pariente a su casa como compañía para su esposa y acabó convirtiéndose en ama de llaves, antes peregrinar a Santiago, volver a Catelfiorentino y recluirse en una celda de 12 metros cuadrados durante 34 años hasta su muerte, conviviendo unos años con unas serpientes con las que compartía su comida. Sin comentarios.

El caso es que Pinal y su marido productor amén de cineastas de vanguardia patrios convencieron al insigne exiliado de que volviera a España a rodar "Viridiana". Le llovieron palos republicanos por ello hasta que vieron el resultado y las iras que provocó en la iglesia católica y por ende en el gobierno franquista que previamente había aprobado el guion original pero no había visionado la cinta antes de que se alzase con la Palma de Oro en Cannes. Le costó el puesto al Director español de Cinematografía que recogió el premio y la película tuvo que esperar 17 años para poder ser estrenada en nuestro país. La polémica en el resto del mundo dio que hablar y provocó el conflicto entre las productoras mexicanas y españolas.

El Vaticano dejó claro que con la caridad cristiana, tercera virtud teologal y los símbolos e iconografía sagrados (última cena de Leonardo incluida) no se juega. Y Buñuel jugaba y !de que manera!.
La película tiene dos partes bien diferenciadas a cual más genial cada una de ellas La primera es un cuento corto inspirado en sueños pseudo necrofílicos del propio Buñuel obsesionado con la reina Victoria. Otra vez sin comentarios. Con una puesta en escena heredera del cine gótico plagada de escenas inquietantes, desbordantes de sensualidad, deseos sexuales reprimidos, culpa, y soledad en un Fernando Rey estupendo que acaban por explotar de forma trágica ante la testigo cómplice de una magnifica Margarita Lozano y  la mirada atónita e inocente de la novicia Viridiana convertida por la angustia existencial de su tío en reencarnación de su difunta esposa. Buñuel dirige con maestría clásica.

Una vez cerrada dicha historia, la cosa se le quedó corta y empieza la parte galdosiana del asunto con su crítica a la caridad mal entendida como sucedáneo de reformas sociales más profundas. Entra en juego la modernidad liberal con Paco Rabal que entiende que para cambiar las cosas hay que aplicar aquello de: "A Dios rogando y con el mazo dando". Las escenas con los perros de los carreteros lo dicen todo de forma magistral. Y por supuesto esa Corte de los Milagros impagable, grotesca, hervidero de miserias humanas que se revuelven contra la mano que les da de comer ociosamente sin ofrecerle los medios necesarios para ganarse su propio sustente. Las escenas para el recuerdo se suceden en tropel con un Buñuel más libre y menos ortodoxo con la cámara dando rienda suelta a sus geniales ocurrencias basadas en su elevada erudición; eso no quita que le sobren algunos subrayados excesivos. Viridiana se hace humana, afloran sus deseos y anhelos en la figura de Rabal al igual que el más que interesante personaje que compone Margarita Lozano.

Y así llegamos al mítico final donde dado que la censura prohibió el que estaba planeado con Viridiana entrando en la habitación de Rabal y cerrando la puerta, Buñuel se acordó de dios (Billy Wilder y el apartamento) y rizando el rizo le sumó un jugador más para "jugar al tute", cosa que el personaje de Paco Rabal ya intuía desde que llegó a la casa. No quieres caldo pues toma tres tazas.

cineziete.wordpress.com
ELZIETE
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