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Voto de Roy Batty:
4.321
Comedia
Flora y Víctor son los padres que todo niño querría tener: modernos, divertidos y cariñosos. Sin embargo, todo se tuerce el día que deciden divorciarse y aparece la oportunidad laboral con la que llevan soñando toda la vida. Solo hay un problema: la custodia. Ninguno está dispuesto a ceder. Así que, por orden de la jueza, los niños tendrán que decidir con quién se quedan: con mamá, o con papá. A partir de este momento, los padres ... [+]
22 de diciembre de 2021
21 de 42 usuarios han encontrado esta crítica útil
1. El chantaje emotivo a un niño como recurso cómico no tiene gracia.
2. La interpretación de Paco León hablando como el jonkie de Gabino Diego en Torrente no tiene gracia.
3. El diálogo de adultos en boca de un niño tampoco la tiene.
4. La manipulación de personas, aparte de no ser graciosa, propone un modelo de conducta a seguir miserable, y esta se supone que es una comedia familiar para todas las edades.
5. Presentar como protagonistas a una pareja de clase alta que vive en un chalet de lujo tampoco ayuda a identificarse con los personajes.
6. El único que tiene algo de gracia es el personaje de Berto.
Desde que se inicia la dialéctica entre la pareja protagonista ya se sabe cómo va a terminar todo. Sorpresas cero, gracia ninguna, irritación in crescendo...
La película, sin quererlo, es fiel reflejo del clima de locura e incoherencia del momento actual al pretender vender la crueldad como algo cómico.
2. La interpretación de Paco León hablando como el jonkie de Gabino Diego en Torrente no tiene gracia.
3. El diálogo de adultos en boca de un niño tampoco la tiene.
4. La manipulación de personas, aparte de no ser graciosa, propone un modelo de conducta a seguir miserable, y esta se supone que es una comedia familiar para todas las edades.
5. Presentar como protagonistas a una pareja de clase alta que vive en un chalet de lujo tampoco ayuda a identificarse con los personajes.
6. El único que tiene algo de gracia es el personaje de Berto.
Desde que se inicia la dialéctica entre la pareja protagonista ya se sabe cómo va a terminar todo. Sorpresas cero, gracia ninguna, irritación in crescendo...
La película, sin quererlo, es fiel reflejo del clima de locura e incoherencia del momento actual al pretender vender la crueldad como algo cómico.
