Tarik Saleh nos adentra en un thriller político-religioso en el corazón de la mas prestigiosa universidad de El Cairo donde la lucha entre los grandes círculos de Poder y Religión se aúnan para nombrar al próximo Gran Imán.

En la efervescencia de la gran urbe caótica al son del almuecín y del savat, descubrimos a Adam, hijo de un humilde pescador, que ve como su inocencia e ingenuidad se ve desgarrada tras conseguir una beca para estudiar en la prestigiosa universidad del país, Al-Azhar. Pronto se verá sumido como un simple peón y “ángel” informante manipulado al capricho y al servicio de la lucha interna de poderes.

Conspiración, Espionaje, Chantaje, Traición y Dios Omnipresente son los ingredientes orientales de esta interesante trama con ritmo de novela de John Le Carré rodado entre mezquitas, escuelas coránicas e intrigas palaciegas militares. El mensaje es claro: La fe en Dios justifica todos los medios para preservar la integridad de la fé islámica .

Tarik nos ensena las entrañas de las cloacas del Estado egipcio con eficacia, exponiendo sus contradicciones entre la tradición más medieval y la mejor tecnología conspiro paranoica al servicio de la Seguridad del Estado.

La película se hace lenta por momentos y difícil de seguir – le falta mayor dinamismo y una banda sonora que le otorgue más suspense y tensión a los momentos clave de la película. Probablemente no ayude el doblaje y la traducción del guion que vacían en ciertas ocasiones el dialogo de interés.

“Boy from Heaven” nos ensena que el Islam es Religión y Estado. Y que el Poder es siempre un arma de doble filo.