Gorka Ochoa nunca me ha caído especialmente bien. Su carita de niño bueno me echaba para atrás y si he de ser sincero, hasta que he visto esta película, no sabia cuales eran sus dotes como actor. Pero me ha sorprendido. En esta opera prima del cortometrajista Borja Cobeága, se hace el dueño de la función sabiendo encauzar el patetismo sin caer en el ridículo. Su partenaire, la debutante Sabrina Garciarena, se convierte en ese otro lado de la balanza que hace que la historia no caiga hacia ningún lado, sino que se mantenga el interés hasta el final. Con unos secundarios que completan un reparto en estado de gracia, entre los que destaco a Oscar Ladoire, Kiti Mánver, María Asquerino y Julián López, ese tratamiento documental que sirve como prologo a lo que sucede en la historia y ese retrato del simpático perdedor y la bellísima hija de puta tan bien perfilado, convierten a Pagafantas en la película perfecta para pasar un buen rato de no pensar.