Vale, no es una película pistonuda, pero para mí lo mejor siguen siendo esas palabras y frases simpáticas que las Tortugas van soltando todo el rato, tan idiotas como hilarantes, y graciosamente traducidas al español, aunque la mejor es y siempre será esa maravillosa… ¡De puta madre!

Bueno, la película sigue un poco la estela de la anterior, pero es más tonta e infantil; demasiado. Prescinde de los momentos serios, que ya eran pocos, y se sumerge definitivamente en las cloacas del infantilismo. La ambientación me resulta menos atrayente, más luminosa y feliz, aunque aún posee cierto atractivo sucio a veces. La historia es repetitiva, principalmente porque se reduce a más de lo mismo pero peor. Recuperan el villano de la anterior pero esta vez luce totalmente ridículo, con un disfraz que podría llevar cualquiera en carnaval. A los monstruos nuevos les pasa algo parecido, pero estos al menos tienen encanto.

Consta de un clímax que se detiene de forma abrupta y te deja en plan: ¿Qué ha pasado? ¿Dónde está la gran pelea final? No sé que han hecho ahí, pero decepcionante.

Puede dar el pase para los más pequeños, sin más.