Nada nuevo por aquí, otro rutinario exorcismo. Pueden incluir cajas en la historia y cambiarse al judaísmo, pero el origen de este mal sigue siendo ¨El exorcista¨, al que plagia desde la sombra que proyecta la película de 1973 y a la que solo llegará a parecerse en argumento pero nunca en calidad. Subproductos como este hay muchos.

Tampoco es que sea algo despreciable, pues para entretenerse sirve a pesar de que se olvide tan pronto termina. La dirección logra mantener un poco de ritmo y muestra unos planos rodados con tranquilidad. De mitad para delante la cosa se desmadra y pasa a ser una mediocre cinta de sustos, clichés, oraciones religiosas y demonios con piel de cordero. Esto lo he vivido antes.

Me pregunto, además, por qué en estas películas el poseído siempre es una niña y siempre lleva puesto un vestido corto con botas. Un poco repetitivo, ¿no?. Al igual que lo de ¨basado en hechos reales¨, que tampoco falla. Que falta de ideas, oye.

Prescindible.