PERFECTA representación de un Hitler interpretado magistralmente por Bruno Gantz. Desde el minuto uno te convence. NO importa que su secretaria sea el nudo del que tirar para sacar el pez gordo (Htiler). Me parece una estrategia cinematográfica muy lograda.
He podido percibir la atmósfera asfixiante de una situación caótica donde agobia todo: la cercana derrota, la decepción de la Causa perdida, el miedo, la locura, y la mezquindad... las ratas se meten en la cueva a pelearse por el último queso, unos se suicidan y otros se entregan a la locura del sexo y el alcohol...
TODAS las escenas exteriores son PERFECTAS. Así debió ser la guerra. Así se debió de sentir.
Y no lo olvidemos, es un profundo análisis de la parte humana de un monstruo creado por la injusticia de la Paz de Versalles. Y además, presentado por la perspectiva cinematográfica de Hirschbiegel desde Alemania.
Esta película es sin duda una de mis favoritas, junto con "Stalingrado", "El Puente" e "Hijos del III Reich".