Hay que tenerlos cuadrados para meterse en un proyecto así. Intentar crear una atmósfera de gente sin sentimientos, inexpresiva, es muy complicado, porque para los humanos, incluso la falta de sentimientos es interpretada como un sentimiento.

La película presenta una sociedad donde los sentimientos se ven como una enfermedad. Cuando una persona se infecta, es tratada y reeducada para que esos sentimientos desaparezcan. Si el tratamiento no surte efecto, la persona es eliminada.

Dos son las principales taras de esta película. La primera, la que he comentado, la dificultad para que esa sociedad resulte convincente para el público. La segunda, que apenas hay trama y la película resulta lenta. Kristen Stewart no me llama mucho la atención, así que tampoco la considero un atractivo para ver este film.

Se deja ver, pero no entusiasma.