La película no engaña a nadie. No busca realismo en absoluto, en otras críticas se quejan de que representa una Barcelona irreal, bla, bla, bla, que si es super cursi (¿Qué esperabais?, francamente) En fin, podía ser Barcelona, como Madrid o Cuenca, no va de eso el asunto chicos.

El tema es una reflexión edulcoradísima (para quien vive la vida en una sorpresa permanente, como otros críticos de esta página, el título creo que ya daba pistas) sobre el tema de las almas gemelas. Y sí, a mí me dió para para pensar, debe ser que soy un poco insubstancial.

La química entre los protágonistas es palpable y para mi gusto lo hacen geníal. El tema de las edades al margen de la intención inicial del autor, fuese cual fuese, queda en segundo plano ante la visión de un amor verdadero.

La gran pregunta que plantea ¿Existe mi alma gemela?, ¿La habré conocido y no la supe reconocer? y la pregunta que más miedín da cuando uno ve esta peli y luego se queda a solas consigo mismo, ¡Ahi Dios!, ¿Estoy casado con ella? o tristemente y como dijo Thoreau soy uno mas de los que viven la vida en una silenciosa desesperación.

Única pega, la visión tan poco ética sobre las relaciones, que mantienen como bandera, el grupo de amigas protagonistas. En una historia que intenta vender el amor verdadero cual princesa prometida se tratase, no pega esa visión tan descarnada del sexo, y menos con 17 años que tienen.

Conclusión, no es ninguna obra maestra, es tan dulce que empalaga, pero si te gustan las románticas, no pierdas el tiempo y paga la entrada que te va a encantar!.