... lo cual me resulta asombroso, porque la colección de patadas, puñetazos, caídas y traumatismos varios es sencillamente espectacular y no me da sensación de que lo hayan resuelto con mucha infografía. El revuelo levantado por The Raid es considerable en el cine de acción, y aunque no me parezca un clásico instantáneo me confirma por un lado que Hollywood se ha equivocado gravemente al sustituir a los McTiernam y los Donner por gente como Michael Bay, y que ahora mismo las películas interesantes al respecto se hacen en Asia. Partiendo de un guión esquemático (para qué más) y que tiene muchos puntos en común con el último Dredd, Garteh Evans nos regala un espectáculo tenso, viril y violento en la que la acción está rodada de forma absolutamente inteligible. Este es, para mí, su gran punto a favor, porque los continuos tiroteos abracadabrantes y las complejas coreografías de yoyas pueden seguirse perfectamente sin marear al espectador; otro tema es que algunas escenas se eternicen o que sean directamente increibles. En definitiva, satisfactoria película de mamporros de mucha más calidad que otras más caras y más estancadas en modelos que ya no funcionan.