¡Vaya! Sorpresas con las directoras argentinas, quienes se están centrando en temas un tanto escabrosos, siendo el hermafroditismo o el incesto los argumentos tratados al interior de la familia, sobre protectora o ignorante de las situaciones. Géminis narra la disfuncionalidad del entorno conformado por un fuerte matriarcado y la ausencia patriarcal; tres hijos que buscan salidas al caos de la desintegración. Uno de ellos con residencia en España y planes de casamiento, mientras la otra pareja de hermanos viven inmiscuidos dentro de una relación incestuosa.

Un puñetazo a la cara por ser un tema infrecuente, que no pasa de lo cotidiano y se paraliza con los relatos eróticos de la pareja, la insatisfacción que viven o la indignación de quienes se han percatado del suceso. La guionista y directora nos va conduciendo al predecible final, en efecto es impactante, pero insustancial ante muchas otras del género dramático memorables. Para bien o mal, apuntalo el trabajo de Pedro Almodovar, quien también cuenta historias particulares a las que les ha creado trama, su trabajo no es sostenido por la vida rutinaria de sus personajes; los conduce a momentos inesperados, para concluir con alguna novedad. Por mencionar algunos ejemplos: Hable con ella, Todo sobre mi madre y La mala educación.

Desafortunadamente Albertina Carri sólo explora las habitaciones de una casa, con integrantes que tienen algo que contar, pero el hecho es insuficiente para sostener el metraje de 85 minutos.