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España España · Valladolid
Voto de Hickeystyle:
4
Drama Biopic del extraordinario ascenso, caída y redención de la telepredicadora evangelista Tammy Faye Bakker. En los años 70 y 80, Tammy Faye y su marido, Jim Bakker, pusieron en pie prácticamente de la nada la red de cadenas religiosas más grande del mundo, así como un parque temático, y gozaron de una inmensa popularidad gracias a sus mensajes de amor, aceptación y prosperidad. Tammy Faye era legendaria por sus pestañas indestructibles, ... [+]
20 de marzo de 2022
3 de 5 usuarios han encontrado esta crítica útil
Lo peor que te puede pasar al ver una película es no conectar en ningún momento con ella, y eso que el espectador dispone de distintos niveles de conexión, habiendo siempre alguno que funciona, llama la atención o engancha. Unas veces puede ser la música, otras el montaje o los giros de guión de la trama, los actores sobresalientes… pero lo que sucede en ‘Los ojos de Tammy Faye’ es un caso sin igual.

Primeramente, es un filme que parece concebido única y exclusivamente para el lucimiento de sus dos actores principales, en este caso Jessica Chastain y Andrew Garfield, muy talentosos ambos que han buscado la forma rápida de hacerse con la estatuilla dorada contando la historia de auge y caída de la telepredicadora Tammy Faye y su marido.

La cosa empieza mal porque, precisamente, este matrimonio a los que interpretan es desconocido para el gran público más allá de los Estados Unidos y, también, resulta que me parecen dos personajes bastante insoportables, tanto la una, como el otro.

Así, me cuesta distinguir si están realizando una buena labor interpretativa o se están yendo por las ramas, con gestos exagerados que en ocasiones llegan a exacerbar al personal, por no mencionar el GRAN inconveniente que tiene: la caracterización.

Es lo que mata completamente a la película, la bochornosa labor de maquillaje que, encima, se llevará algún premio. Es algo que se suele resaltar en los biopics, en las que los protagonistas deben parecerse a quienes interpretan, y más si lo hacen a través del transcurso de un gran periodo de tiempo. No paraba de ver a Jessica y Andrew y pensar en sí, en algún momento, Joaquín Reyes con su caracterización chanante tan característica (y mucho mejor que esta) les había sustituido. Me ha sacado tanto de la película, que la segunda mitad me he pasado más pendiente de las prótesis de ambos que de cualquier otra cosa.

Seguramente sea una historia que a los miembros de la academia pueda gustar, pero, francamente, la veo muy coja, con muy pocas cosas reseñables, como para que se haya colado entre las candidatas de este año.

Más en: https://alquimistacinefilo.wordpress.com/
Hickeystyle
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