Manteniendo su intención de rodar y estrenar una película al año, la nueva película de Woody Allen es una cita obligada en el cine por más que piense que al genio no le vendría mal descansar un añito. En esta ocasión nos trae un drama romántico con toques de comedia titulado ‘Café Society’ y en la que vuelve a hacer gala de ser un excelente director de actores.

Así, el plato fuerte de su nueva película es el elenco principal, el trío formado por Jesse Eisenberg (que, alejado de las superproducciones, es donde más cómodo se siente), Kristen Stewart (descubriéndonos que hay una actriz bajo su perpetua cara de estreñida) y Steve Carell (dando otra lección de versatilidad y sustituyendo a Bruce Willis).

Cuando el gran Woody se compromete a dirigir una cinta anual, hay que pedirle que, al menos, ofrezca algo diferente a sus pautas establecidas y debo decir que ‘Café Society’ cumple en ese aspecto: puede que sea una película menor dentro de la filmografía del director, pero que me aspen si no me ha parecido realmente bonita la historia central primero con triángulo y luego con cuarteto amoroso. Incluso se atreve a evitar el cantado final feliz y termina la historia de una forma perfecta, con un toque de melancolía.

Allen la sabe llevar y contar de manera genial, aunque en ocasiones se pierda en subtramas que no llegan a ningún sitio (desaprovechadísimo está por ejemplo Corey Stoll, cuando en ‘Medianoche en París’ se comía la pantalla cada vez que aparecía) lo que provoca que la cinta, a ratos, se haga demasiado lenta.

‘Café Society’ no irá directa a su top de cintas, pero se gana un buen puesto por lo distinta que es a otras de sus producciones, por la preciosa historia de amor y el perfecto elenco.

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