Pues debo decir que sí, que se veía venir, que ‘Las aventuras del Doctor Dolittle’ olía a una nueva muestra de “coge el dinero y corre Robert” pero, aún así, el carisma del actor me parecía que podía salvar la propuesta. Ahora, tras perder una hora y media de mi vida habiendo visto semejante tontería, puedo decir que lo mejor que puedo sacar del film es que ojalá esta castaña sirva para que el afamado actor espabile.

La verdad es que se me ocurren cientos, miles de ideas mejores para hacer coincidir en pantalla a dos actores del calibre de Antonio Banderas (exagerado) y Robert Downey Jr. (haciendo de sí mismo), pero un guión tan pobre que deja claro a los tres minutos de narración que todo funcionaría mucho mejor con animación digital o la mítica animación en dos dimensiones (su arranque es lo mejor de todo este desastre). Y es que no hay por dónde coger la historia, que deja abiertas tantas incógnicas como resuelve de golpe las pocas que plantea.

No entretiene, es más, pegué un cabezazo viéndola. A lo mejor al público infantil al que va dirigido, si es poco exigente, le puede entretener, pero desde luego como producto familiar tiene múltiples lagunas. Si el día de mañana se da un leñazo en taquilla, será completamente comprensible.

En definitiva, guardad vuestro dinero para otras cosas.

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