He sido siempre muy escéptico con este proyecto desde que se anunció puesto que me parecía arriesgarse demasiado. No sabía muy bien cómo iban a enfocar una película partiendo de uno de los muñecos favoritos de Andy. Quizás pensaron que bastaba con eso y que los niños responderían, pero el resultado, aunque no está mal y, al fin y al cabo, entretiene, me deja muchas dudas.

‘Lightyear’ es un filme de ciencia ficción puro y duro, solo que se viste para todos los públicos por la animación digital y los chistes que inundan el conjunto. Todo el metraje me ha dejado la sensación de que los amigos de Pixar han querido marcarse algo así como un ‘Interstellar’ familiar. La película se deja ver y, seguro, los niños disfrutarán de las peripecias del protagonista, pero no me apasiona en exceso lo que ocurre. La veo, pero con cierto desdén, algo que pocas veces me ha pasado con la compañía del flexo.

Lo que menos me ha gustado es la sosez de su protagonista. Durante años, se nos ha encumbrado a Buzz como un personaje icónico en la gran pantalla y una referencia cinematográfica para los más peques de la casa, pero, aquí, es uno más. Sí, resalta por su valentía y carisma, pero es que el famoso gato del poster le come la tostada sin ser, precisamente, un secundario de lo más memorable.

Ahora, también os digo que la polémica que la ha envuelto me parece completamente salida de madre y no precisamente de los tiempos actuales. Ya solo nos faltaba ofendernos por un beso.

Sé que es fácil decirlo y escribirlo, pero ‘Lightyear’ me resulta un Pixar menor, muy menor dentro de la dilatada filmografía de estos señores.

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