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España España · MADRID
Voto de Spark:
5
Thriller. Intriga Tom Selznick (Elijah Wood), un joven y talentoso pianista que reaparece ante el público tras una breve retirada por miedo escénico, se sienta al piano y se encuentra una nota amenazadora, en la que se le conmina a ejecutar el mejor concierto de su vida si quiere salvar su vida y la de su esposa. (FILMAFFINITY)
27 de abril de 2016
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Hay que agradecer a los cineastas españoles y, en líneas generales, a la industria cinematográfica española que haya ampliado sus miras artísticas, y que Amenábar y Almodóvar ya no sean las únicas excepciones que se salían de; o bien la comedia zafia o bien del drama maniqueo sobre la Guerra Civil. El cine español ha acrecentado su oferta de géneros del Séptimo Arte y se atreve a ser más prolífico (cosa que ha sido agradecida por el público con un grandísimo aumento del mismo en las salas) en dramas contemporáneos, en cintas de terror, de ciencia ficción, de intriga criminal, o de puro thriller de suspense como es el caso de "Grand Piano". Géneros que el cine español no solo está tratando en mayor abundancia sino también con muchísimo más mimo y trabajo de lo que se podía acostumbrar.

Lamentablemente "Grand Piano" no es uno de esos exponentes nuevos del cine español de gran cuidado tanto en puesta en escena como en guión, pues su trama y desarrollo en el libreto son algo neófitos y bisoños... alejando al espectador del metraje no tanto como pretendía el film, y no zambulléndole en una historia por culpa de ser ésta demasiado insignificante y con una evolución trivial a lo largo de los minutos.

Y esa es de las peores cosas que le pueden pasar a un thriller que basa su encanto en el efectismo y en el suspense con McGuffins. "Grand Piano" nos narra la historia de un joven y talentoso pianista (Elijah Wood que, sin ser uno de los mejores actores del panorama actual, sostiene el metraje con decencia. Ahora bien, con este "Grand Piano" no se le quitará la etiqueta de ser Frodo de Bolsón Cerrado, pues este "Gran Piano" es sencillamente incomparable con la calidad argumental de las cintas de "El Señor de los Anilllos") que retoma con inseguridad su profesión tras cinco años de parón, y es el concierto de su reaparición lo que se convierte en el film en un tenso ejercicio de piano que el músico deberá cumplir a la perfección no solo por su público, sino también por un ser misterioso que amenaza con matarle si no toca bien cierta complicada pieza del concierto.

Vaya por delante que la puesta en escena de "Gran Piano" es realmente notable. Y es ese aspecto del metraje lo que lo sostiene durante sus minutos para con el público. Con un gran diseño de producción, con una acertada elección de sus escenarios, con una cinematografía elegante y refinada, con unos imponentes golpes de sonido (recurso obligado en el thriller) y con una realización que, sin ser nada del otro mundo y memorable, utiliza con suma habilidad el uso de zooms, pantallas partidas, travellings circulares, planos cerrados o contrapicados... "Grand Piano" compensa su falta de alma en su historia y logra distraer levemente.

Pero es que... ¡ay, ese desarrollo argumental! Esta vez menos no es más, menos es menos y punto. Los personajes no nos atraen porque no hay construcción en ellos (el villano es villano es villano y punto, el bueno es bueno y punto, los amigos graciosillos y tontorrones son amigos graciosillos y tontorrones y punto), todos son convidados de piedra en un suspense de "villano que obliga al protagonista a tocar presionado amenazando su vida", un suspense (ya visto en cine por cierto, desde "Speed" hasta "Última llamada" entre otras) que se da durante el metraje en un concierto que no da para mucho en cuestión de matices, vicisitudes y profundidad en la trama. ¡Es más!, la trama se hace demasiado redundante y reiterativa (¿cuantas veces dice "el malo" "Si no tocas te juro que te mato"?, ¿cuantas veces dice el personaje de Elijah Wood "siempre fallo"?) con miradas asustadizas de Elijah Wood durante el concierto por aquí, miradas asustadizas de Elijah Wood durante el concierto por allá. El McGuffin por su parte se utiliza con equivocación y descuido (más en spoilers) comiéndose así cualquier misterio (aunque fuera tonto) que el film pudiera haber tenido. Y lo peor es que la trama no mejora en su nivel de repetición y simpleza, por lo que el espectador más exigente puede desviar su atención en cuanto observe que nada sucede y nada mejora. Por supuesto la cinta no aguanta más de un visionado, pues no tiene las dimensiones y el calado como para interesar más allá del entretenimiento momentáneo de un primer visionado (y esto lo logra a duras penas).

Evidentemente las hay peores y aun más tontorronas y perezosas, y por supuesto con una peor puesta en escena. Y hay que loar los esfuerzos de Mira; con su dirección homenajea a los grandes del suspense... pero no tiene un guión a la altura de lo mejor de Hitchcock, de De Palma, de Nolan o de Coppola. Por eso "Grand Piano" se queda en un ejercicio de técnica, en la fría propuesta sin más.

Eso es "Gran Piano": un largometraje perfecto en la técnica pero falto de alma, estéticamente bello pero falto de cualquier emoción. Su rédito es justito y tras su visionado no se tiene la sensación de haberse gastado el dinero de la cinta con gusto (si hay que recomendar algún trabajo de Elijah Wood, antes mejor cualquier entrega de "El Señor de los Anillos" que hace palidecer a "Grand Piano" tanto en entretenimiento como en hondanadas en el guión). Una lástima porque sus intenciones eran buenas y Mira demuestra ser un gran director, por lo que estoy completamente segura de que si se hubiera topado con un mejor guión, hubiera logrado otro "Lo imposible", otro "Mar adentro", otro "Ocho apellidos vascos". Habrá que esperar.

Lo mejor: La cinematografía.
Lo peor: El guión de Damien Chazelle (el gran director de "Whiplash")...
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
Spark
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