Siempre me ha atraído la ficción por mejorar y elevar una realidad que, en la mayoría de casos es demasiado triste y llena de sin sabores. Esta película cumple con su cometido de entretener, pero no deja de parecer un episodio alargado de una serie juvenil noventera, al estilo de Beverly Hills 90210 (año 1990). Siempre me ha llamado la atención la forma en la que Julia Roberts ascendió de ser desconocida a ser "La novia de América", allá por la década de los noventa. Por lo visto, con un fajo de billetes se plantó en Hollywood buscando triunfar en el mundillo cinematográfico. ¡Y qué bien le salió la jugada, eh! Tuvo la ayuda de su hermano que es el actor Eric Roberts y también haría algún que otro trabajo extra, así entiendo mejor lo bien que le salió todo de una forma tan rápida. Quizás es que finales de los ochenta fue una época en la que no había mucho actor joven y tuvo suerte. Sea como sea, Julia Roberts comenzó en películas así, con papeles importantes. Porque aquí hace de Daisy, una chica portuguesa, que junto a su hermana, Kat (Annabeth Gish) trabajan en la pizzería del pueblo de mala muerte donde viven. También la nerviosa y malhablada Jojo (Lili Taylor), trabaja con ellas. La historia hace sus juegos y anda por distintos recovecos no demasiado interesantes y cumple con lo de entretener al personal... La historia de romance entre la pobre Kat y el joven padre que la contrata como niñera queda ya muy vista, pero eran los ochenta e igual era novedoso en aquel momento. Es una película de 5 que posee un final feliz y donde se puede ver a Matt Damon ("El talento de Mr. Ripley") de joven como familia del chaval adinerado que se fija en Julia Roberts y a una Conchata Ferrell (la chacha de "Dos hombres y medio"), de más moza, xD.