Si en la entrega original la pareja de hermanos, protagonizada por Gina Philips y Justin Long transmitían en la gran pantalla una gran química entre ambos, en esta nueva entrega la pareja de novios interpretados por Sydney Craven y Imran Adams no transmiten absolutamente nada, esté último en más de una escena pareciera estar sobreactuando, hasta la psíquica quien tenía un papel relevante en la entrega original, en esta nueva Jeepers Creepers pasa sin pena ni gloria, incluso uno no sabe si en verdad es una psíquica, bruja, gitana o que se yo.

Otra de las cosas que juega también en contra de este nuevo Jeepers Creepers, es el mismo Creepers no se ve tan intimidante como en las dos primeras entregas del señor Salva, pareciera más pequeño de estatura y menos robusto, y su rostro no se ve tan malévolo, pero lo más que juega en su contra es el guion es un desastre total, como es posible que después de ser encerrados en la enorme casa los protagonistas le cueste tanto salir de ella, cuando claramente se puede ver como los rayos de luz entran por doquier, porque simplemente se esta desplomando.

Aunque si se quiere decir Victor Salva indirectamente puede ser el padre de esta criatura, no nos olvidemos que él nos entregó en el año 2017 Jeepers Creepers 3 un bodrio de proporciones inigualables, de habernos entregado algo decente, este remake o reboot no hubiese existido.

Lo que es cierto es que este remake es mejor que Jeepers Creepers 3, no por mucho pero en realidad lo es, este es un film netamente hecho para adolescentes, tal vez el error sea mío, porque yo ya no soy un adolescente, lo que si es bueno para fanáticos del género de terror es ver a una de las eternas reinas del grito, a la eterna Dee Wallace, haciendo presencia en las primeras escenas de este film.

En conclusión veala que entre gustos y colores, uno es él que manda.