Tan loca, extraña, expresionista, simbolista y surrealista que resulta totalmente única. Es inclasificable, hay tantas cosas que llaman la atención y que asombran, que resultan 15 minutos cautivadores.

Me quedaría con casi todo. De pasar a las tres de la mañana en un momento a 16 años antes; la escena de los pianos, el momento de la sobada y la cara de él... o, por supuesto, la escena al principio del ojo. Es todo tan llamativo y tiene tanta fuerza que te abruman. Y en el trasfondo, el bien y el mal de toda persona.

Un corto increible en el que un par de fallos de raccord (que no son producto del surrealismo que se pretende y se consigue, sino de fallos como tales) le hace bajar un poco la nota, pero que mantiene una gran calidad. Sorprendente.