Esta comedia de Forqué, adaptación al cine de la obra de teatro de Alfonso Paso, estrenada en 1962 y ya con la gran Concha Velasco en el reparto, plantea un tema recurrente en el cine español de los últimos años del franquismo: la oposición entre tradición y modernización, en este caso relacionada con la irrupción de las costumbres yanquis en España, gracias a la presencia militar de los EE.UU. en la base de Torrejón de Ardoz, provincia de Madrid.

La idea de oponer la mentalidad española con la estadounidense es buena, y el reparto de actores es excelente; pero Forqué no puede, o no sabe, sacar todo el partido a este material, quedándose todo en una comedia irregular que encadena muchas gracias (que si la Familia Monster, que si Mingote) sin hacer mucha gracia, pero eso sí, sacando a la superficie un persistente y pertinaz sentimiento anti-norteamericano presente en España desde la Guerra de Cuba y que Luis García Berlanga manejó con maestría, inteligencia y salero en un film como "Bienvenido, Mister Marshall" (1953).

Lo mejor es la banda sonora "jazzística" de Antón García Abril, la extravagante cocina futurista (¡con televisión por circuito cerrado y una especie de horno microondas!) y el matrimonio reprimido y sin sexo formado por un dentista catalán (José Sazatornil) y una militar estadounidense (Laura Valenzuela). Lo peor es la fiesta con pelea, que se hace muy larga.