Una buena película pero bastante agobiante pues el tema de los secuestros, violaciones y sus consecuencias resulta excesivamente duro y da poco de si, especialmente cuando se ve desde la perspectiva de las personas confinadas que, a todos los efectos, se encuentran enclaustradas de por vida en una celda.

Pese a todo el director Lenny Abrahamson sabe darle una visión suavizada al encauzar la situación con la perspectiva desde los ojos de un niño.