La duda sobre algo o sobre alguien distorsiona por completo nuestra imagen anterior, es la piedra que cae en el lago y altera su superficie, ondas de desconfianza que lejos de buscar la calma parecen difundir la intranquilidad por todos lados.

Alfred Hitchcock era un maestro en la forma de mostrar los secretos de los seres humanos, hacía que lo insólito pareciera común. Joseph Cotten, en su papel protagonista muestra la frialdad que en el es habitual, el calor humano lo aporta de manera excelente Teresa Wright muy integrada en una familia americana estándar de la época.

El film que comienza de forma prometedora, va perdiendo magia poco a poco para finalizar de una forma precipitada e insustancial.