Con este guión Tarantino empezó a despuntar en el mundo del cine, y de hecho las situaciones, los personajes, los diálogos y, como no, la violencia son la base de lo que luego se ha ido viendo a lo largo de su carrera (la cual por cierto va a peor desde hace una época); pero antes de eso nos dejó ésta obra absolutamente sublime, mítica y de las que se dice de culto, a la altura de "reservoir dogs" o incluso superior ya que aquella en ocasiones resulta más una obra de teatro por la escasez de escenarios y personajes; aquí todo es más dinámico y, por que no decirlo, divertido; tiene escenas inconmensurables como la protagonizada por Oldman y Slater y sobre todo la protagonizada por Hopper y Walken, hasta Val kilmer está inmeso como Elvis a pesar de salir poco menos que oníricamente. Una obra de arte y con uno de los mejores tiroteos finales de la historia del cine.