El primer acto es muy bueno, con un planteamiento que daría para una gran película, pero sin embargo, sin previo aviso, te encuentras con un tercer y último acto que dura el resto de película y que se hace eterno. Minuto a minuto la historia, inconexa, va perdiendo la pinta de peliculón que tenía al principio, además de ir cogiendo tintes de cine español que apesta. Una ida de olla con muchas cosas innecesarias y unas actuaciones paupérrimas, con Antonio de la Torre a la cabeza.

Está bien que tengas ideas para hacer una peli, pero no vale con ponerlas sobre la mesa y tratar de conectarlas como sea. Han de tener, al menos, cierta lógica.

Lo mejor: Los créditos de inicio
Lo peor: Los efectos especiales, las actuaciones de todo el reparto, el motorista volador...