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Argentina Argentina · Buenos Aires
Voto de Daniel B:
8
Western. Drama Montana, 1925. Los acaudalados hermanos Phil (Cumberbatch) y George Burbank (Plemons) son las dos caras de la misma moneda. Phil es impetuoso y cruel, mientras George es impasible y amable. Juntos son copropietarios de un enorme rancho donde tienen ganado. Cuando George se casa con una viuda del pueblo, Rose (Dunst), Phil comienza a despreciar a su nueva cuñada, que se instala en el rancho junto a su hijo, el sensible Peter (Smit-McPhee). [+]
7 de diciembre de 2021
3 de 9 usuarios han encontrado esta crítica útil
Sumario:

Neowestern con elementos de drama gótico y thriller con el que vuelve la directora Jane Campion al primer plano de la cinematografía. Una historia donde afloran el resentimiento, el maltrato ligado a una masculinidad machista, el ejercicio del poder, los roles asignados a la mujer, el duelo, el fatalismo y una circulación del deseo que se encontraba confinada y obturada. Todo transcurre en un marco de relativo aislamiento donde el paisaje también cobra protagonismo y el tiempo parece haberse detenido.

El arco narrativo de su protagonista no es precisamente novedoso; es hasta previsible en muchos aspectos. Acaso Campion exagere la morosidad con que va desplegando el relato; una cocción a fuego (muy) lento que en algunos (como yo) dejará la sensación de una película que promete más de lo que cumple o que se resuelve con cierta precipitación y en otros convocará múltiples proyecciones. Campion va diseñando sobre sus personajes un cielo cada vez más nublado y poblado de relámpagos, despliega claves y juegos de espejos mientras el espectador espera que se desencadene la tormenta y lleguen la esperanza, la liberación o el desastre en un film que remite acaso a Cumbres borrascosas.

Kodi Smit-McPhee (el actor de la versión norteamericana de Déjame entrar) compone con un admirable hieratismo un personaje inquietante e impenetrable que se convierte en lo mejor de la película

Reseña:

Dos hermanos manejan una hacienda ganadera en Montana en 1925. Pero el casamiento de uno de ellos con una viuda a quien lleva a vivir al enorme rancho que compartían altera el statu quo de ambos.

Los hermanos son Phil (Benedict Cumberbatch), autoritario y machote, quien trabaja con sus vaqueros en las tareas de arreo y faenamiento y el atildado George (Jesee Plemons), quien soporta impasible el maltrato de Phil. La viuda es Rose (Kirsten Dunst), tiene un hijo alto, flaco y gay (un verdadero twink) llamado Peter (Kodi Smit-McPhee). Sin embargo, es el embrutecido Phil el más instruido de los dos hermanos. La aparición de Rose y de Peter es vivida por Phil como una intromisión y una amenaza, por lo que éste comenzará a hostigar a la viuda.

Este es el planteo inicial de este neowestern con elementos de drama gótico y thriller con el que vuelve la directora Jane Campion al primer plano de la cinematografía. Lentamente, el relato va retirando los velos que cubren algunos personajes mientras en una trama donde afloran el resentimiento, el maltrato ligado a una masculinidad machista, el ejercicio del poder, el duelo, los roles asignados a la mujer, el fatalismo y una circulación del deseo que se encontraba confinada y obturada. Todo transcurre en un marco de relativo aislamiento donde el paisaje también cobra protagonismo y el tiempo parece haberse detenido (gran fotografía de Ari Wegner). La referencia a Cumbres borrascosas es ineviteable.

El arco narrativo del personaje de Phil no es precisamente novedoso; es hasta previsible en muchos aspectos. Campion va diseñando sobre sus personajes un cielo cada vez más nublado y poblado de relámpagos, despliega claves y juegos de espejos mientras el espectador espera que se desencadene la tormenta y lleguen la esperanza, la liberación o el desastre (notable el aporte de la música de Jonny Greenwood). El relato está estructurado en capítulos con elipsis entre ellos que quiebran la continuidad narrativa e imponen algunos saltos que resienten el desarrollo de algunos personajes. Acaso Campion exagere la morosidad con que va desplegando el relato; una cocción a fuego (muy) lento que en algunos dejará la sensación de una película que promete más de lo que cumple o que se resuelve con cierta precipitación y en otros convocará múltiples proyecciones.

Es Peter el que aportará la dosis de movimiento que la trama reclamaba. Kodi Smit-McPhee compone con un admirable hieratismo un personaje inquietante e impenetrable que se convierte en lo mejor de una película.

https://impresionescinefilas.wordpress.com/2021/12/07/el-poder-del-perro-the-power-of-the-dog/
Daniel B
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