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España España · Barcelona
Voto de manulynk:
8
Drama. Comedia Gran Depresión, años 30. Red Stovall (Clint Eastwood) es un cantante de country alcohólico que se gana la vida cantando en bares cutres y miserables. Su gran sueño es llegar a tocar en el legendario programa Grand Ole Opry. Así emprende un emotivo viaje con su sobrino (debut cinematográfico de su hijo Kyle Eastwood) que lo lleva desde Oklahoma a Nashville, donde le han concedido una audición. (FILMAFFINITY)
7 de septiembre de 2011
7 de 7 usuarios han encontrado esta crítica útil
En la historia de Red Stovall (interpretado por Clint Eastwood) podemos respirar el aroma de aquellos entrañables perdedores que tanto y tan bien retratara John Huston (director muy admirado por Eastwood) en gran parte de su filmografía. Stovall es un tipo que vive los años de la gran depresión un poco a su manera: a salto de mata siempre pegado a su guitarra y buscando un éxito que, aunque al alcance de su mano, nunca acaba de llegar. El film arranca en el momento en que Stovall se hace acompañar de su sobrino Whit (interpretado por su hijo Kyle), con el que recorrerá diversos pueblos y éste será testigo de excepción de los excesos y del modo de vida de su tío, aunque su relación cada vez será más estrecha. Con una excelente fotografía, la cámara de Eastwood recorre los lugares más humildes y miserables de la américa profunda, mostrando en pequeñas instantáneas a una sociedad totalmente extenuada y deprimida por las dificultades económicas. Hay una cierta acritud en la mirada de Eastwood, aunque no pretende cargar contra nadie ni realizar un film social.

Pese a que no faltan situaciones divertidas, el film va derivando lentamente hacia la tristeza y la amargura. Stovall es la viva imagen del perdedor. A mitad de película sabemos que nunca llegará a ser famoso, pese a su tremenda ilusión, pero no por ello se nos hace desagradable el personaje, pese a ser un borrachín enfermo, y esto es porque, con mucho acierto, el realizador es mostrado en un doble punto de vista que acaban prácticamente coincidiendo, el general, que contempla sus "aventuras" a distancia, y el de su sobrino cuya mirada cada vez es menos crítica y más comprensiva hacia la forma de vida de su tío/padre. Claro que también hay que tener en cuenta que pese a que no lleva una gran vida a su lado, es infinítamente mejor que la que llevaba en la granja familiar.

La excelente banda sonora (con algún tema interpretado por el propio Eastwood), es otro de los grandes aciertos de este film, que funciona perfectamente en su doble vertiente de relato de una sociedad deprimida e intimista de un perdedor, consciente de serlo pero no por ello tiene una actitud pasiva.

Como suele suceder entre padres e hijos, Kyle no consigue pasar de estar correcto (claramente no tiene el talento de su padre, algo de lo que son conscientes todos, no forzando en exceso su presencia), aunque el papel sólo requería de él a alguien que fuera más bien espectador, y de cuyo punto de vista se acaba apropiando el realizador, y que al mismo tiempo sirve para mostrar un viaje iniciático que aunque se mueve dentro de los parámetros clásicos, contiene el "toque" especial del director. La composición de Eastwood es estupenda, quizás en una de las interpretaciones más completas de toda su carrera, abarcando todo tipo de matices a un personaje al que sabe sacarle todo el jugo.
manulynk
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