Rachel Hirons debuta en la dirección con Guía sexual para una segunda cita, una comedia de lo más fresca y original.
Quizás, esta es una de las películas que mejor ha explicado y reflejado lo extrañas, incómodas y sobre todo ridículas que pueden ser las citas, y lo hace además con mucho humor y mucho realismo. Sólo hay que ver la secuencia en la que Laura llega a casa de Ryan para deleitarse con la habilidad de Hirons para poner en imágenes ese absurdo intercambio de naderías que suelen ser las citas, ya sean primeras o segundas. Además, tanto George MacKay como Alexandra Roach están fantásticos, muy divertidos y naturales, y poseen una gran química juntos. No se pierdan tampoco el hilarante uso de la música, y muy especialmente de la canción "The bad touch", de Bloodhound Gang, que corona el final. Divertidísimo.
El problema es que quizás la idea inicial daba para un corto de 20 minutos, pero al querer ser largo se le hacen cuesta arriba los minutos y tiene que recurrir a personajes secundarios y tramas (la "otra chica" de Ryan) que no aportan nada al conjunto, aparte de minutos innecesarios que sólo están ahí para justificar que la cinta se venda como un largometraje.
Con todo, una propuesta fresca y acertada. Muy recomendable.

Lo mejor: Los dos protagonistas y su acertadísimo realismo.
Lo peor: Se alarga en demasía por introducir personajes secundarios innecesarios.