Hustle & Flow es cultura de hip-hop americano pura y dura, es decir, ambientes marginales, delincuencia, prostitutas, etc. Hasta ahí todo correcto. Y lo dice una amante del hip-hop.
Lo que inquieta es el mensaje que intenta vendernos Craig Brewer. ¿Quiere decir que dedicarse a prostituir mujeres no es tan malo? ¿Tiene que caernos bien el protagonista sólo porque tenga un sueño (musical) y porque, hey, man! en el fondo no es tan mal tipo? Pues no, ni por esas. El protagonista es un hombre bastante insufrible, no da pena y no hay por dónde coger sus actos injustificables. Lo demás, por otra parte, es una película tópica hasta la extenuación (no es culpa suya... ¿o acaso las historias detrás de cada rapero no son sorprendentemente parecidas entre sí?) y bastante lenta y pesada en su ritmo.
Por suerte, la elección de actores es inmejorable, y ahí están las dulces y fantásticas Taryn Manning y Taraji P. Henson para poner rostro, corazón y alma a esas dos prostitutas encantadoras (prostitutas en el cine: o ángeles absolutos o petardas sin cerebro y con mala leche, como aquella a la que DJay echa de casa en la película), y sobre todo un Terrence Howard imponente que dota de mucho interés a un personaje que sobre plano no tiene ninguno.
Pasable.

Lo mejor: Terrence Howard, Taryn Manning y Taraji P. Henson.
Lo peor: ¿Qué mensaje intenta transmitir? ¿Por qué se hace tan pesada?