Nada que comentar, ya se ha dicho todo, es la mejor película de la historia de Batman y del cine de superhéroes, guste o no y está en el top de las de Nolan, cosa destacable.
Es seria, muy potente y transmite una fuerza impresionante gracias al apartado visual, a la dirección y sobre todo a los actores, en especial a Heath Ledger que se sale, se pasa el juego él solito sin mirar siquiera la pantalla, brutal.
La película se centra en el caos, en su inicio, desarrollo y consecuencias pero principalmente en la mecha que lo detona, que no es otra cosa que el Joker, este personaje siempre me ha parecido uno de los mejores del cómic y por supuesto el mejor antagonista que haya visto, aunque no sea una adaptación fiel, obviamente, se siente muy Joker y a la vez nada Joker como si fuera un ente o un agente del mal, del caos en particular, es como una abstracción.
Al ser un personaje tan enigmático e impredecible le otorga una personalidad a la película muy marcada y hace que te atraiga, que no pierdas el interés y si por mí fuera estaría todo el tiempo en pantalla ( sabían que personaje tenía gran potencial y han hecho una película de él, bravo ;)).
La relación o las veces que están juntos Batman y el Joker es de lo mejor de la película, es simplemente hipnótico y no puedes apartar la vista porque sabes que te perderás un gesto, una mueca o a Legder relamiéndose esas cicatrices, algo muy propio de su característico personaje con el que también acertaron en el diseño, que se ha convertido en icónico.

En definitiva, esto es un peliculón del tamaño de la mansión Wayne que solamente queda disfrutar.