Excelente film coproducido entre Alemania y Francia, ganador de muchos prestigiosos premios internacionales, como el Globo de Oro a la mejor película en lengua extranjera (no inglesa).
Como siempre ocurre con los trabajos de Fatih Akin, se trata de una cinta muy dura, terrible en el fondo y en ocasiones también en la forma, pues el dolor de una mujer que ha perdido a su esposo e hijos, se manifiesta y palpa con singular maestría. A ello ayuda la extraordinaria composición de Diane Kruger, que aquí demuestra que no sólo es una bella mujer, sino una soberbia actriz capaz de emocionar de veras al espectador más frío.
Se pudiera decir que tiene tres partes esta película, la primera es la de la presentación del personaje principal y su familia, así como la terrible situación con la que debe enfrentarse la protagonista, sufriendo dolor y desolación.
La segunda sería la del juicio, muy claro en sus disertaciones con los abogados tratando de llegar a la verdad y encontrar justicia, uno, y el otro para tratar de salvar el pellejo de sus clientes.
Y la tercera, la que tiene lugar en Grecia, que cierra de forma contundente una historia que no busca la redención ni el perdón pues hay hechos que no deben perdonarse al ser producidos por un odio exacerbado, estúpido, violento y trágico, donde las personas inocentes son las víctimas de seres irracionales.
Todo ello realizado por Akin de forma clara, concisa, tomándose su tiempo en ofrecernos detalles que mueven a la rabia y compasión, que azoran y enervan según vayan manifestándose.
Muy buena, la dejé pasar en su día, no sé porqué, pero ahora la he recuperado y ha sido una muy buena idea.

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