Una serie que empezó con buen pie gracias a una buena idea, pero que se fue desinflando entre en primer y segundo tercio por culpa de unos guionistas que no supieron tallar el diamante en bruto.
Tras el anuncio de la cancelación, nos ofrecieron un espejismo que parecía una remontada de la serie y de audiencia; pero solamente era eso, un espejismo causado por la cantidad de respuestas en tiempo récord.
Y el final...bueno, creo que tendréis vuestro propio adjetivo para esa basura de final.

Lo dicho, algo que podía llegar a ser algo más o menos grande, en el fondo del mar, como tantas otras prometedoras series americanas canceladas por el camino.