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6
7,4
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Drama
A finales de los años sesenta, el doctor Malcolm Sayer (Robin Williams), un neurólogo neoyorquino, decide utilizar un medicamento nuevo para tratar a sus pacientes de encefalitis letárgica, enfermedad que priva de las facultades motoras a las personas que la padecen hasta reducirlas a un estado vegetativo. Poco a poco empezará a manifestarse cierta mejoría en los pacientes, especialmente en Leonard Lowe (Robert de Niro). (FILMAFFINITY)
9 de agosto de 2018
4 de 5 usuarios han encontrado esta crítica útil
Interesante y correcta cinta, aunque algo desaprovechada, en el que se nos narra un caso real. En 1926 y, debido a una epidemia de encefalitis letárgica, muchos de los pacientes que sobrevivieron a ella, quedaron sumidos en estado vegetativo. El doctor Sayer, un neurólogo recién incorporado al hospital donde vegetan algunos de estos pacientes, desde hace más de 30 años, comenzará a estudiar a estos pacientes y realizará descubrimientos sorprendentes.
Robert de Niro, interpreta a uno de estos pacientes en una magistral actuación. Robin Williams, interpreta al médico, en una de sus mejores actuaciones, en un papel sobrio y austero, lejos de sus histriónicas interpretaciones.
Estos dos actores, sostienen toda la película, porque la directora, aunque consigue un delicado equilibrio entre el drama y unas gotas de humor, que hacen que el film navegue hábilmente por los escollos en que películas de estas características suelen tropezar, como el exceso de sensiblería, no puede evitar caer en las enseñanzas filosóficas que, supuestamente, estos enfermos pueden ofrecer a los espectadores...(sigo en spoiler).
Robert de Niro, interpreta a uno de estos pacientes en una magistral actuación. Robin Williams, interpreta al médico, en una de sus mejores actuaciones, en un papel sobrio y austero, lejos de sus histriónicas interpretaciones.
Estos dos actores, sostienen toda la película, porque la directora, aunque consigue un delicado equilibrio entre el drama y unas gotas de humor, que hacen que el film navegue hábilmente por los escollos en que películas de estas características suelen tropezar, como el exceso de sensiblería, no puede evitar caer en las enseñanzas filosóficas que, supuestamente, estos enfermos pueden ofrecer a los espectadores...(sigo en spoiler).
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama.
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spoiler:
Cómo por ejemplo, cuando los enfermos despiertan después de 30 años, la directora soslaya totalmente todas las secuelas psicológicas que tendrían que tener estos pacientes y se dedica solamente a mostrarnos, la gran alegría de vivir que tenían, ofreciéndonos excursiones, bailes, algún que otro encontronazo con sus espejos y poco más, para tratar de aleccionarnos sobre que la vida hay que valorarla y todo eso, pero dejando de lado todo lo interesante que sería, la recuperación de los personajes y su adaptación a su nuevo entorno.
También me choca que semejante éxito, aunque fuera temporal, no reuniera alrededor a un verdadero enjambre de expertos que se interesasen por el tema, ya que en la película, parece que ese despertar milagroso, sólo le interesara al doctor y a algunas enfermeras y a algunos familiares, nada más.
Y tampoco nos terminan de explicar muy bien en qué consistía exactamente la extraña enfermedad. Fuera de los ejercicios que el doctor realizaba con sus pacientes y con las pelotas y demás, me extraña que a nadie en el mundo de la neurología le interesase el tema.
Al final, creo que la directora ha preferido primar el drama, sobre la parte instructiva de la ciencia y yo creo que hubiera resultado más interesante al revés. Aún y todo, es muy correcta.
También me choca que semejante éxito, aunque fuera temporal, no reuniera alrededor a un verdadero enjambre de expertos que se interesasen por el tema, ya que en la película, parece que ese despertar milagroso, sólo le interesara al doctor y a algunas enfermeras y a algunos familiares, nada más.
Y tampoco nos terminan de explicar muy bien en qué consistía exactamente la extraña enfermedad. Fuera de los ejercicios que el doctor realizaba con sus pacientes y con las pelotas y demás, me extraña que a nadie en el mundo de la neurología le interesase el tema.
Al final, creo que la directora ha preferido primar el drama, sobre la parte instructiva de la ciencia y yo creo que hubiera resultado más interesante al revés. Aún y todo, es muy correcta.