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España España · san sebastian
Voto de Izeta:
5
Drama Año 1943. Italia durante los nueve meses de ocupación alemana. Cesira (Sophia Loren) es una mujer que vive en Roma con su hija Rosetta, una adolescente de trece años. Ante el avance de la guerra, decide huir de la capital y refugiarse en casa de unos parientes, en los montes de Ciociaria, donde es muy bien recibida. La vida discurre serena lejos del frente. La bella Cesira conoce a Michele (Jean Paul Belmondo), un joven intelectual que ... [+]
24 de mayo de 2019
6 de 7 usuarios han encontrado esta crítica útil
Película que no me ha gustado mucho, por mucho neorrealismo o De Sica se trate.
Nos cuentan la odisea que vivirán dos mujeres, madre e hija, en plena segunda Guerra Mundial, quiénes deciden huir de Roma, que está siendo bombardeada sistemáticamente, para refugiarse en una aldea rural, lugar de nacimiento de la madre y así estar a salvo de los peligros de la guerra.
En ese pueblo de campesinos transcurrirá gran parte del metraje, en el que De Sica nos relatará las vivencias y el sentir del pueblo llano ante lo que está ocurriendo.
Pequeños apuntes del hambre y la miseria, de la convivencia con el fascismo y de los ideales izquierdistas, a través de las sencillas miradas de unos campesinos que no entienden lo que ven y sólo quieren recuperar sus tranquilas vidas y, sobre todo, es la historia de una madre ( Sophia Loren ), que hará todo lo posible por proteger a su hija y sacarla para adelante en unas condiciones imposibles.
Apenas nombro a Jean Paul Belmondo, porque me parece un personaje totalmente desaprovechado. Quizá en la novela de Moravia en la que se basa la película, tenga mayor trascendencia pero aquí, nos lo apuntan como joven de ideales partisanos, que se enamorará de Sophia y poco más.
De hecho casi toda la película descansa en la interpretación de Sophia. Y creo que es más una película sobre el amor de madre que una película sobre la guerra propiamente dicha.
Que sí, que es una mujer muy bella, sensual etc...Pero reconozcámoslo, esta película es memorable sólo en su parte final, a raíz de la escena de la iglesia.
Todo lo demás, es decir, las tres cuartas partes de metraje, resultan de lo más aburridas y no te cuentan nada que no sepas ni que te conmuevan.
Y que una película sea neorrealista, no es sinónimo de aburrimiento. Ahí tenemos a " El ladrón de bicicletas", de este mismo realizador para demostrarlo.
Izeta
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