Una revolución en el género de comedia romántica. Una película que no pinta las cosas de color de rosa como "Nothing Hill" o "Pretty woman", sino que intenta acercarse más a la realidad. Cuenta con buenos golpes humor, con una buena Renée Zellweger; con un mejor que nunca Hug Grant, que parecen haberlo rescatado de las cintas rosas de amores imposibles; y con un Colin Firth poco conocido hasta la fecha y algo soso, aunque viéndolo en otras obras suyas está igual de inexpresivo. Tiene un buen ritmo la trama y te deja buenas escenas para el recuerdo. Juega mucho con mostrar dos tipos de hombres diferentes: los buenos y simples; y los malos y chulos. Aunque la verdadera revolución que pretende introducirnos es plantearnos a una protagonista con complejos y desesperada por encontrar pareja. Buena película más destinada a mujeres que a hombres, pero con gracias para todos los sexos.