Haz click aquí para copiar la URL
Países Bajos (Holanda) Países Bajos (Holanda) · Ámsterdam
Voto de loquearde:
9
Drama Nadie espera a Amador cuando sale de la cárcel tras cumplir condena por haber provocado un incendio. Regresa a su casa, una aldea perdida de las montañas lucenses, donde volverá a convivir, al ritmo sosegado de la naturaleza, con su madre, Benedicta, su perra Luna y sus tres vacas. (FILMAFFINITY)
4 de julio de 2020
5 de 5 usuarios han encontrado esta crítica útil
El tercer largometraje de Oliver Laxe es el primero que el gallego ha rodado en su lugar de origen. Es un viaje hacia el interior de los bosques y las gentes de la Galicia rural. Lo que arde nos cuenta la historia de Amador, un pirómano que vuelve a su pueblo a vivir con su madre tras haber pasado años en la cárcel por prenderle fuego al monte. En sus dos anteriores largometrajes, los estupendos Todos vosotros sois capitanes y Mimosas, la acción se situaba en Marruecos, país en el que el director pasó muchos años de su vida. Lo que arde es el homecoming de uno de los directores de nuestro país que más sensación ha causado en festivales internacionales (sus tres películas han estado en Cannes). Y lo hace a su manera, con la ayuda de actores no profesionales y totalmente insertado en el territorio y en el entorno rural. Lo que arde no es una película de diseño al servicio del arte, es el arte al servicio de contar una historia con imágenes.

Laxe nos adentra en el entorno con unas imágenes, hermosas y a la vez extrañas, de unas máquinas cortando árboles de noche. Es una maniobra que sirve para crear cortafuegos y evitar que en caso de incendio el fuego se propague descontroladamente. Es una introducción que cuenta visualmente la introducción al personaje de Amador. Es el bosque preparándose para la llegada de otro fuego. Tras salir de la cárcel, el único lugar al que Amador puede acudir es de vuelta a su pueblo. Allí está Benedicta, su abyecta madre que le recibe sin saber que iba a volver a casa en ese día. “Hola madre, me voy a quedar una temporada”, ella le pregunta que si tiene hambre en medio de la lluvia. No hay más diálogo. Es en esta escena cuando se nos presenta a Benedicta, en la vida real Benedicta Sánchez, ganadora del Goya a la Actriz Revelación (merecidamente) a los 85 años. Es uno de las mejores interpretaciones de la década, su naturalidad y cómo soporta en silencio el peso de la situación estremece y ayuda a meter al espectador en la historia hasta lo más profundo sin apenas darse cuenta.

En su núcleo, Lo que arde es una película sobre la imposibilidad de empezar de nuevo. Amador vuelve al lugar en el que nació y creció, pero ese lugar también se ha convertido en el lugar en el que nadie le ha perdonado lo que hizo. Él intenta mantener un perfil bajo y hace intentos por empezar de nuevo, pero el entorno le corta el camino. Esos intentos se hacen corpóreos en sus encuentros con una veterinaria, por la que él claramente muestra interés e incluso Benedicta intenta mediar para que su hijo alcance algún tipo de felicidad, el que sea. En una película escasa en diálogos, ese ¿tes lume? (¿tienes fuego?) preguntado por un grupo de hombres con crueldad a Amador seguramente sea la línea que más se queda en la cabeza. El pasado no ha olvidado a Amador, por mucho que él intente dejarlo atrás.

Oliver Laxe es un gran narrador visual. Muchas veces y de manera equivocada, se entiende que el cine es una suerte de teatro rodado. Pero esta es una percepción equivocada, el cine permite mucho más que limitarse a rodar diálogos frente a una cámara. En Lo que arde, los colores, los movimientos de cámara y los gestos de los personajes nos cuentan aún más que lo que dicen. La evolución cromática de la película pasa de un inicio verde, frondoso y húmedo. Conforme avanza la película, todo se va secando y los colores se vuelven más amarillentos y rojizos. En Lo que arde la fotografía no se limita a ser un envoltorio de lo que ocurre en la película, es un elemento significador más. Para el que escribe, y mira que 2019 también fue el año de Dolor y Gloria, esta película contenía la mejor fotografía del año (y fue una gran alegría ver que la Academia estuvo de acuerdo en esto). No os voy a desvelar nada para los que no la hayáis visto aún, pero Lo que arde contiene las mejores escenas de fuegos (reales) que he visto jamás en el cine. Tienen un halo fantasmagórico pero que a la vez te hacen sentir el fuego rodeándote.

En algo menos de hora y media, Lo que arde se convierte al instante en un nuevo clásico del cine español y, por el camino, le ha dado a Oliver Laxe la visibilidad que merecía dentro de nuestras fronteras. Él ya era querido por los cinéfilos de todo el mundo, pero ahora (y con la ayuda inestimable de Benedicta Sánchez), su cine ha llegado y llegará a mucha más gente, y no puedo más que alegrarme del éxito de un cine tan personal y valiente como el suyo.

Si te ha gustado esta crítica, puedes encontrar más en www.eldesencanto.com
loquearde
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
arrow