Pero no una reunión cualquiera, si no de una en la que la llamada solución final del psicópata del bigote fue plasmada con perfecta eficiencia alemana.

En concreto, el término Wannsee, hace referencia a un par de lagos enlazados en el suroeste de Berlín, en un distrito en donde las mansiones señoriales crecen como setas. Y la cosa va, de que en una de éstas, y en una reunión promovida por Heydrich y Eichmann (quién por cierto tiene su propia película y tampoco está mal) juntaron a muchos de los gerentillos del partido para hablar de "cosas de natsis", en este caso ni más ni menos que el asesinato sistemático de judíos que daría en llamarse Holocausto.

Como suele pasar con este tipo de producciones, el rigor histórico es brutal y su interés se basa en éste, por lo que a quien lo le interese la historia en general o el tema en particular se aburrira miserablemente entre el papeleo, humo de cigarros y ríos de alcohol de los uniformados nazis y sus discusiones. Así para quien guste, interesante... muy interesante.