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España España · Salusa Secundus
Voto de LordLeal:
6
Acción Cuando el crimen se extiende como una plaga, el teniente de policía Marion "Cobra" Cobretti es el único remedio para combatirlo. La misión de Cobra consiste, por una parte, en detener a los seguidores de una secta de asesinos y, por otra en proteger a Ingrid, la testigo de un asesinato cometido por la banda. Con lo que no cuenta es con la existencia de un "topo" en el departamento de policía, que se encargará de informar del escondite de la chica. (FILMAFFINITY) [+]
12 de julio de 2007
6 de 9 usuarios han encontrado esta crítica útil
¡Le casco un seis, vaya barbaridad! Si, si, que ya lo sé, la película no vale un duro pero es que qué quereis que os diga... ¡es Cobra! Uno de los tíos más duros de los ochenta y que aunque tenga nombre de tía, cuando llega a su casa es más chulo que un ocho y echa al de delante para aparcar, le mete un pescue si hace falta y desayuna pizza congelada a las cuatro de la madrugada sin quitarse la cerilla de la boca. Es inútil resistirse a un poder tan fuerte como el de la nostalgia, así que para que voy a luchar contra él.

Con un argumento tan estúpido como hipnotizante para un niño sediento de violencia como eramos en tan venerable década, "Cobra" constituye un apetitoso despliegue de fantasmadas de época que hace a esta cinta entre algunas más de la época, antológica e imprescindible para todo amante del cine ochentero más quincallero. Así, un culto asesino con una imposible estética metal punk con hachas incluídas, será la excusa perfecta para que Stallone despliegue su catálogo de mamporros y su colección de armas automáticas mientras protege a la alta Ingrid, interpretada por Brigitte Nielsen.

¿Y qué decir de ésta última, a parte de que era otra leyenda ochentera? Pues que se monta nada más ni nada menos que un videoclip de cinco minutos en medio de la película con la no menos ochentera canción "Angel of the city" en plan performance fotográfica, entre robots no menos imposibles y bizarramente gratificantes para los sedientos nostálgicos.

Una pasada de tío, fascista, garrulo, impresentable, votante republicano... que como otros es estandarte de la más desenfrenada y loca acción ochentera que ya nunca volverá, de un género extinguido que nos hacía flipar a los niños y que ahora aún hoy no podemos evitar mirar con cariño.

"Aquí es donde acaba la ley y empiezo yo"
LordLeal
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