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España España · Madrid
Voto de Sanjuan:
7
Drama Retrato de la vida de Uxbal: padre abnegado e hijo desamparado. Intermediario de la sombra. Próximo a los desaparecidos. Atraído por los fantasmas. Sensible a los espíritus. Superviviente en el corazón de una Barcelona invisible. Sintiendo que la muerte le ronda, intenta encontrar la paz, proteger a sus hijos, salvarse a sí mismo. La historia de Uxbal es sencilla y compleja, al igual que nuestras vidas de hoy. (FILMAFFINITY)
6 de diciembre de 2010
11 de 11 usuarios han encontrado esta crítica útil
Biutiful es un todo compuesto de tres partes. De un lado tenemos la paranoia de Inárritu director, tenemos al Javier Bardem actor y por último, ese personaje que lleva por nombre Uxbal. Cada una de las partes por sí solas no podrían coexistir sin las demás.

Alejandro tenía ante sí el reto de superar dos frentes inéditos para él, por un lado el desmarcarse esta vez de su inseparable Arriaga y por otro el de afrontar por primera vez una historia lineal. Lo de abandonar el cruce de historias y personajes centrando el peso de la historia en un único protagonista ha resultado ser una locura de aúpa. Creo que el mexicano tuvo que decirle a Javier algo así como: -"Este es mi viaje, mi paranoia y tienes que hacerla tuya como sea"-

Porque de esto va la sórdida Biutiful. Iñárritu se saca de la manga a este Uxbal, un papel complicadísmo a nivel emocional y muy exigente a nivel físico, no lo olvidemos, al que ya desde un primer momento pone entre la espalda y la pared, al que humilla, veja, golpea, le da eso sí dos terrones de azucar que son sus hijos para que al menos ese trayecto hacia lo inevitable sea algo más dulce para de nuevo, volverlo a machacar.

Si encima a este pobre hombre, al que le pesa el alma, cada mañana al despertarse tiene que sufrir su particular odisea en una Barcelona en la que se hace angustioso y claustrofóbico vivir (aquí el director sí acierta a plasmar con su inconfundible sello el lado más jodido y marginal de la ciudad condal) nos queda saber qué buscaba realmente Iñárritu entre tanta miseria y destrucción, metiendo además el tema de la inmigración de por medio, tema el cual resuelve francamente mal.

De que la cosa acabe en interesante a que finalmente se convierta en una respetable propuesta se encarga ese actor en estado de gracia al que no sé si la Academia nominará o no este año (ni falta que hace) que consigue celebrar su vigésimo cumpleaños en esto del cine con una interpretación que quita el hipo. Mitad medium mitad superviviente, Bardem entrega un asfixiante retrato de un tipo al que lo único que le queda es atar el mayor número de cabos para al menos quedar en paz consigo mismo.

Lo que muy probablemente Arriaga hubiese hecho con maestría, un guión que pusiera algo de sentido y cordura a toda esta mugre que se nos presenta, Iñárritu falla de manera estrepitosa. Qué ha querido contarnos con esta historia de una vida tan fracturada y agotada como la de Uxbal, quizás no lo sepa ni él.

Se me ocurre un analogismo con el arte taurino para ejemplificar este "todo" compuesto de tres partes al que hacía alusión. A veces son los toros los que quedan por encima de los toreros, otras veces sucede justo lo contrario y lo ideal, lo que siempre es dificil que suceda pero que resulta imprescindible para que la faena (pelicula) sea excelente es que toro (Bardem) y torero (Iñárritu) estén a la altura. Y en este caso el toro, que es bravo de cojones, ha quedado muy por encima.
Sanjuan
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