Es difícil hablar sobre esta película sin desvelar nada importante sobre el argumento, pero lo voy a intentar, ya que es muy recomendable verla sin saber apenas nada previamente para poder sentir más empatía con el protagonista y así sentir su desconcierto e ir descubriendo poco a poco todo lo que ocurre, junto a él.

Sin duda, Duncan Jones, se ha inspirado en varias películas míticas de ciencia-ficción como 2001:Odisea en el Espacio o Solaris, tratando algunos temas comunes de este género desde una perspectiva bastante nueva.

Para rodar esta película se contó únicamente con 5 millones de dólares y se rodó en 33 días, sin embargo está todo muy logrado, el ambiente lunar es increíble, la nave atrapa por completo y se siente la lejanía que existe con el planeta Tierra a cada segundo.

Con esto queda claro que no se necesita un gran presupuesto para hacer una gran película, si se tiene una buena historia y a alguien como Sam Rockwell, que es un gran actor y en esta película lo confirma, (por si alguien después de haberle visto en otras películas aún lo dudaba), la película es totalmente suya, lleva todo el peso de la historia, porque no existe ningún personaje humano más en la película, salvo una esposa que está en la Tierra y aparece únicamente en imágenes grabadas.

Seguramente al ver esta película mucha gente se preguntará qué haría en una situación similar a la del protagonista y ese es uno de los aspectos positivos de Moon, empatizar con un personaje que está en una situación en la que nosotros nunca nos encontraremos y podernos plantear ciertas temas que son incuestionables en nuestra vida, y así abrir nuestra mente a cuestiones nunca planteadas y vivir situaciones nunca vividas, esta es la magia del cine, y por películas como esta es por las que aún merece la pena.