Por fin he podido visionar uno de los grandes éxitos de taquilla (al menos en USA) más aplaudidos del año. La crítica especializada se ha rendido a sus pies (88% en Rotten Tomatoes) y ha entrado en el top 10 de mejores películas del año según la revista Time.

Pues bien, una vez vista puedo confirmar que, de nuevo, estamos ante otra cinta muy sobrevalorada, que se vende como lo que no es (una especie de comedia gamberra, cuando es un drama) y que no se diferencia de cualquier producto de sobremesa de usar y tirar. 

La historia está inspirada (repito, inspirada, ya que se basa en un artículo...) en unas bailarinas exóticas que después de la crisis de 2008 decidieron drogar y timar a varios brockers de Wall Street. Y más o menos eso es todo. Y es que la película no tiene nada que la haga diferente, con una historia que no suscita interés alguno y que sólo destaca por sus dos protagonistas. 

La dirección es la que es, teniendo en cuenta su reducido presupuesto de 20 millones de dólares. Se nota el corte independiente, por mucho que se quiera enmascarar. Y quizás eso haya sido lo que ha convencido a los críticos, ávidos de historias tristes (e independientes) con personajes que intentan sobrevivir. Han picado el anzuelo.

Recientemente, Jennifer López, también productora, dijo que no cobró un dólar su papel, para que la película no se disparase de presupuesto. Simplemente indicar que eso es falso, ya que una actriz o actor está obligado a cobrar, aunque sea el salario mínimo. Como se nota que la carrera por el Oscar ha comenzado. Ahí lo dejo.

Respecto al guion, la historia no daba para más, y es en realidad la amistad de dos mujeres que deciden  tomar un camino (más que cuestionable) para salir adelante. Al igual que hizo la sobrevalorada Joker, la película nos intenta aleccionar y confundir, al pretender criticar a sus protagonistas por sus hechos cuando en realidad las está ensalzando de forma más que grave.

Claro que todos los personajes que roban en la película son hombres blancos heterosexuales, mientras que ellas son mujeres de minorías. Por lo tanto, todo en orden. Lo siento, pero no cuela. Robar y drogar a otro individuo (sea del sexo que sea) es deplorable, por lo que la ética y la moral del film brillan por su ausencia.

Destacar que las protagonistas mencionan una y otra vez que tienen apuros económicos y lo hacen por poder mantener a sus familias, pero en cuanto empiezan a amasar billetes comienzan los lujos (como abrigos de piel de animal, cosa que le encanta a la López, o máquinas de rayos UVA). Un gran ejemplo de coherencia, sí señor. Robin Hood está llorando en un callejón oscuro.

Y no, la película no es una comedia ni un thriller travieso de unas ladronas de guante blanco, como se ha pretendido vender. Sí, su póster es muy chulo, pero es un drama de estar por casa con menos sustancia que un bocadillo de lechuga. Marketing, señoras y señores.

La película dura apenas cien minutos, pero se hace lenta y larga, ya que el ritmo decae en bastantes momentos y casi todas las escenas del film se basan en como drogan y timan a sus víctimas, repitiéndose lo mismo una y otra vez, hasta el punto de saturar.

En cuanto al reparto, tenemos a una convincente Constance Wu como protagonista, pero quien se lleva la palma es Jennifer López. No sé si merece una nominación al Oscar por su interpretación (ganarlo seguro que no, aunque mucho me temo que es lo que va a suceder), pero es obvio que ha visto un caramelo en el personaje y se lo ha adjudicado, ofreciendo una actuación carismática y entregada. Ellas son lo mejor del film.

El resto de secundarias bien, aunque da lástima lo desaprovechada que está Julia Stiles. Mención especial a la cantante Cardi B, que sale dos minutos y su nombre (bien grande) ocupa una parte importante del póster. De nuevo, que pícaros los del marketing.

Y antes de concluir, una pequeña reflexión. En los últimos años productos feministas como Ocean's 8 (que es del año pasado y ya nadie recuerda), Las Cazafantasmas (que soy de los pocos a los que les gustó el reboot) o la reciente Los Ángeles de Charlie han sido grandes fracasos, porque se forzaron las cosas. En esta ocasión el público femenino sí ha respondido, a un film protagonizado exclusivamente por mujeres e inspirado en una historia real. Que tome nota quién tenga que tomarla.

En conclusión, estamos ante una película del montón, que sólo destaca por sus dos protagonistas (sobre todo la López) y que se olvida tan rápido como se consume, ya que la trama no daba para un film. Me sorprende tanto su éxito en taquilla como sus críticas, y estoy seguro que será nominada a mejor película, por su condición de producto feminista (aunque el mensaje que da... tela).

Ya os adelanto que los mismos que la aplauden ahora no la recordarán en un par de años. Y es que estamos ante uno de esos proyectos que hacen mucho ruido y luego se desvanecen como una víctima de Thanos. Un telefilm de tarde que ha cumplido su cometido de llamar la atención, aunque el precio sea renunciar a cualquier tipo de ética en su mensaje y engañar con el marketing. Vamos por buen camino.

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