Sin hacer mucho ruido, acaba de aterrizar en Netflix este documental sobre el mundo de las competiciones de Rubik, con el protagonismo enfocado en dos de sus ganadores mundiales. La verdad es que, aparte de su corta duración (que luego iremos con ello con más profundidad), me atraía bastante el tema, no decepcionándome finalmente la original propuesta, ya que estamos ante un documental tan sencillo y humilde como emotivo.

Y es que se nota la falta de pretensiones al presentarnos la historia de sus protagonistas, de los cuales no revelaré absolutamente nada por no estropear nada a ningún espectador potencial, ya que es recomendable acercarse a ella con la menor información posible, como ha sido mi caso. 

Es bastante llamativa su corta duración, de apenas cuarenta minutos, y si bien es cierto que quizás se podría haber ahondado más en este mundo y lo que hay detrás, se agradece que se haya renunciado al relleno y se haya apostado por un documental corto y sin buscar alargarlo para convertirlo en un largometraje que quizás no hubiese funcionado de la misma manera. Muy inteligente por parte de la realizadora. 

No hay lugar para el aburrimiento o el hastío en su ajustado metraje, deteniéndose su responsable en lo que de verdad importa. Y no, no es el famoso cubo, sino las personas que hay detrás y hacen de su don una afición, participando en una dificultosa competición de fama mundial alrededor del mundo.

Por otro lado, se aborda todo de forma tan inteligente y sin pretensiones, que es apta para todo tipo de público, no sólo para los aficionados al cubo, por lo que si te acercas a la producción sin complejos te encontrarás con una historia cercana y personal, siendo una producción donde se dan la mano una serie de elementos que logran emocionar y entretener al espectador por igual.

En conclusión, estamos ante una propuesta diferente y acertada de la plataforma, cuya duración consigue que sea un entretenimiento ligero y agradable y que cuenta lo necesario para que nos interesemos por este mundo y sus protagonistas. Seguramente no sea ninguna maravilla, pero cumple su cometido y supone una buena recomendación si se quiere ver algo distinto a lo habitual. Una pequeña y grata sorpresa. 

Más críticas: ocioworld.net