Haz click aquí para copiar la URL
Argentina Argentina · Hija no reconocida de Madonna
Voto de Ketty Analfer D:
7
Drama Pablo (Alfredo Mayo), un amigo de Julián (López Vázquez), acaba de casarse con Elena (Geraldine Chaplin), una sofisticada extranjera. Julián se obsesiona tanto con ella que empieza a cortejar y a tratar de cambiar el aspecto físico y los hábitos de la enfermera que atiende su consulta, ya que se parece bastante a Elena. (FILMAFFINITY)
27 de julio de 2013
9 de 12 usuarios han encontrado esta crítica útil
Saura sale de la locura increscendo que lograba con su trío en "La caza" (1965) para meterse en este retrato surrealista de la obsesión, la envidia y sobre todo los celos encerrados en un personaje que resulta tan ambiguo como el de López Vázquez.

La forma silenciosa que tiene Saura de acercarnos al personaje me ha hecho pensar en principio que se trataba de un hombre homosexual que le costaba salir del clóset, el hecho de que se obsesionara con los cosméticos o que se sintiera mal por el casamiento de su amigo. Luego me di cuenta que su obsesión para con Mayo no es amor sino envidia. Nuestro protagonista se obsesiona con Helena (Chaplin) no porque le parezca precisamente atractiva, su secretaria es igual y no le había despertado ninguna pasión, sino porque es de su amigo; como dice mi madre "culo ve, culo quiere", es como esos niños que ven a un compañerito con un chupetín y le hacen berrinche a su padre para que le compre uno y cuando finalmente tienen el chupetín lo prueban y termina por no gustarle, todo el berrinche no era por el sabor del chupetín era porque quería lo que su compañerito tenía. Saura define este rasgo en dos momentos claves, uno es el flashback de la infancia donde vemos claramente el odio generado a través de la envidia que siente por la posición de su amigo, y el segundo es en esa frase "siempre hemos tenido los mismos gustos" y da la "casualidad" que en lo único que no coinciden es en su gusto por el peppermint frappé que da título al film.

La forma que tiene el español de contar la historia es absolutamente anticonvencional, utiliza más de una vez el travelling circular, mucho plano secuencia detallista y desencuadrado, e incluso una música que también sale de lo típico; todo esto para inmiscuirnos en la insanidad mental del protagonista.

El recurso de utilizar a Chaplin para interpretar a ambas mujeres me ha parecido de lo más original e interesante. En un principio me pregunté que por qué lo hacía, cuál era el objetivo de tal detalle, hasta que lo descubro y me cierra perfectamente el círculo. Lo único que me quedó colgado fue el asunto del tambor, que más allá de homenaje a Buñuel no le hallo razón de ser.

No es una película que personalmente me emocione, pero me atrae la forma que tiene de meterse en ese estado de locura que propone.

Lo mejor: su perspectiva, una cámara que está más tiempo en el interior que en el exterior del personaje.
Lo peor: le falta concentrarse más en generar una atmósfera surrealista.
Ketty Analfer D
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
arrow