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España España · mADRID
Voto de RARRA:
3
Intriga. Romance. Thriller. Drama En 1945, terminada la Segunda Guerra Mundial, Jake Geismar (George Clooney), un corresponsal de guerra norteamericano, vuelve a Berlín para informar sobre la Conferencia de Postdam, que reunirá a Truman, Churchill y Stalin. Al mismo tiempo, se ve envuelto en un turbulento asunto por intentar ayudar a Lena Brandt (Cate Blanchett), una antigua amante, cuyo marido es buscado tanto por los americanos como por los rusos. (FILMAFFINITY)
6 de marzo de 2008
1 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
Ojo a los pretendidos homenajes, que suelen ser bodrios. El buen alemán es un pretendido homenaje al cine en blanco y negro de los años 40, pero no pasa de ser una imitación de dudoso gusto. Soderbergh ha pretendido recrear ese cine, pero no ha pasado de utilizar su técnica y sus instrumentos. No ha llegado a calar en su estilo.
Y, naturalmente, le ha salido una película de los años 40, pero una película mala de los años 40, porque en aquella década como en todas había películas buenas y muchas, muchas películas malas.

La narración es sumamente confusa; los hechos se suceden de una forma artificiosa y casual; los diálogos suenan artificialmente grandilocuentes y los actores parecen acometidos de un extraño hieratismo que parece producido en afán imitativo a otros personajes de otras películas. Hieratismo roto por escenas en que rompen sillas y orejas. Es buena, en cambio, la música que, en la primera parte sobre todo, recrea la forma con que en los 40 la banda sonora se imponía como coprotagonista de la imagen. Luego decae mucho. La fotografía es buena, rememorando también el cine de los 40, pero cayendo en ocasiones en un exceso de oscuros y contrastes.

Se ha hablado de homenaje específico al cine negro, pero en realidad el argumento no es el propio del cine negro. Ni es de espionaje. Ni es un thriller realmente. Ni pretende ser testimonio realista de la postguerra. Más que a Casablanca, recuerda a El tercer hombre, con la que comparte un escenario de ciudad dividida en la postguerra y la presencia de un protagonista entregado a investigaciones personales. Hay una constante utilización de lo que podríamos llamar temas de esas dos películas, a las que ni siquiera se acerca, que culmina en el patético final del aeropuerto.

A ratos aburre.
RARRA
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