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Voto de Chris Jiménez:
8
7,0
22.153
Comedia. Romance. Drama
Holden McNell y su mejor amigo, Banky Edwards, disfrutan del éxito de su más reciente creación, el cómic de culto ”Bluntman and Chronic”. Cuando conocen a Alyssa Jones, también creadora de cómics, Holden se siente inmediatamente atraído por ella, pero como las inclinaciones sentimentales de Alyssa apuntan en otra dirección, prefiere que Holden y ella sean simplemente amigos. (FILMAFFINITY)
14 de marzo de 2018
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El amor es complicado y trágico, nos hiere y desgarra, pero también nos completa y satisface. Sus caminos son insondables y pueden conducirnos hacia destinos que no imaginamos...
Es una experiencia de ámbito general, todos lo hemos sentido. Por lo tanto, al igual que Holden o Kevin Smith, todos tenemos algo personal que contar cuando se trata de amor.
A éste último le llegó el momento de hacerlo después de saborear la hiel del fracaso con "Mallrats", la cual, aunque hoy sea considerada de culto por los fans, no gozó de un buen paso por la taquilla, encontrándose también con numerosas críticas que la vapulearon sin piedad. La idea para su nuevo proyecto le vino de una doble inspiración: la primera fue la que le dio "Go Fish", producción independiente de 1.994 donde se trataba las relaciones dentro del mundo lésbico (la protagonista y guionista, Guinevere Turner, realiza una breve aparición en la que nos ocupa).
La segunda y más importante fue la fugaz relación, iniciada poco después del rodaje de "Mallrats", que el director mantuvo con Joey Lauren Adams, para quien escribió especialmente el papel antes de reunir a todo su equipo. La suerte de cara al estudio no estaba, sin embargo, de su parte, pues los ejecutivos rechazaron financiar el proyecto si no lo protagonizaba un reparto de celebridades, contrario a los deseos de Smith, quien quería rodarla con sus colaboradores habituales; el acuerdo se zanjó aceptando su petición pero contando sólo con un presupuesto de 250.000 dólares, lo que supuso una auténtica odisea para éste y Scott Mosier.
Dividida en tres actos a lo largo de una estructura un tanto irregular, "Persiguiendo a Amy", que se inicia en New York, lejos de la New Jersey natal del cineasta, lo hace no obstante en un ambiente que nos es familiar: una convención de cómics, ensalzados por éste en la anterior "Mallrats". Ahora extiende su pasión por ellos introduciéndonos directamente en la industria a través de Holden y Banky, dos jóvenes dibujantes que disfrutan del reconocimiento gracias a su tebeo de culto "Bluntman & Chronic"; este comienzo, llevado de la mano de un humor gamberro y zafio, cuyo principal expositor será Banky, nos acerca sin duda al Smith de sus dos primeras obras.
Con ellas se establecerán significativas conexiones profundizando en el pequeño universo nacido de "Clerks", nombrándose personajes y situaciones conocidas (el funeral de Julie Dwyer, "macguffin" del "viewaskewniverse") y apareciendo el Quick Stop, el hockey, e incluso Jay y Bob se convertirán en héroes de cómic. Pero la trama despegará cuando Holden conozca a Alyssa Jones, otra dibujante de la que queda prendado sin saber que en realidad es lesbiana...lo cual le dejará hundido tras averiguarlo.
Smith dejará la comedia tosca del inicio en un segundo plano a la vez que a Banky para centrarse en los dos protagonistas y plantearnos un dilema tan serio como es el amor no correspondido; el obstáculo que supone la inclinación sexual y que deriva en una tremenda obsesión para Holden, ocupando el segundo acto del film en el cual el director nos revela su lado más emotivo y tierno, verá su cenit en la necesidad del anterior de revelar sus sentimientos a Alyssa. A partir de este momento la trama virará de forma sorprendente.
Y lo hará presentándonos una relación romántica nacida del conflicto cuya visión idealizada del amor (¿nos enamoramos a veces de lo que representa una persona en lugar de esa persona en sí misma?) conduce sin embargo a la inestabilidad, la duda y los celos, siendo arrastrados los tres protagonistas a una espiral de tensión (captada de forma visceral en esas discusiones grabadas cámara en mano) donde no se presagia un final muy agradable (en Zona Spoiler). El director nos deleita con irreverentes diálogos de índole sexual en su inmensa mayoría, tratadas al mismo tiempo desde la nostalgia y el dolor, y lleva con total naturalidad la trama de un extremo a otro, consiguiendo un raro equilibrio entre la comedia más ofensiva y desenfadada y el drama más amargo.
Todo ello mientras mantiene las referencias autobiográficas y cinéfilas (no podía faltar la de su querida "Star Wars") y aborda desde la sátira más ingeniosa temas como el racismo y la homosexualidad, de la cual se servirá para enfrentar el amor y el sexo desde dos puntos de vista: el moderno y abierto y el conservador y tradicional (de hecho Holden es, a grandes rasgos, su exagerado autorretrato). En el reparto tenemos una vez más a Ben Affleck y Jason Lee (inevitable reflejo de la pareja que antes formaban Dante y Randal o T.S. y Brodie), ambos resultando irritantes en ocasiones pero brindando unas geniales actuaciones, sobre todo el segundo, al igual que Dwight Ewell.
No obstante toda la atención recae, por supuesto, en esa preciosa e hipnótica Joey Lauren Adams, inmensa desde todos los ángulos y evolucionando a pasos agigantados como actriz (tanto más cuanto que su anterior interpretación para el director fue la de Gwen en "Mallrats"); en breves apariciones veremos a Scott Mosier, Brian O'Halloran, Ethan Suplee, un joven Matt Damon y Jason Mewes y el propio Smith retomando sus personajes de Jay y Bob (éste sorprendiéndonos a todos con un discurso emblemático).
Fantástica también la banda sonora de esta insólita, imprevisible, cínica, lúcida y mordaz tragicomedia con la que Kevin Smith maduró como cineasta mostrándose íntimo y audaz ante nosotros como nunca antes y logrando, de algún modo, trastocar los manidos códigos de la comedia romántica.
Algunas asociaciones homosexuales no la vieron con buenos ojos pero, pese a esta ruidosa minoría, "Persiguiendo a Amy" fue un éxito de crítica y público, sin duda un paso importante para el nativo de New Jersey; hoy es considerada por muchos, incluido un servidor, su última obra realmente memorable. Contiene, además, una de las más honestas y sinceras declaraciones de amor de la Historia del cine.
Es una experiencia de ámbito general, todos lo hemos sentido. Por lo tanto, al igual que Holden o Kevin Smith, todos tenemos algo personal que contar cuando se trata de amor.
A éste último le llegó el momento de hacerlo después de saborear la hiel del fracaso con "Mallrats", la cual, aunque hoy sea considerada de culto por los fans, no gozó de un buen paso por la taquilla, encontrándose también con numerosas críticas que la vapulearon sin piedad. La idea para su nuevo proyecto le vino de una doble inspiración: la primera fue la que le dio "Go Fish", producción independiente de 1.994 donde se trataba las relaciones dentro del mundo lésbico (la protagonista y guionista, Guinevere Turner, realiza una breve aparición en la que nos ocupa).
La segunda y más importante fue la fugaz relación, iniciada poco después del rodaje de "Mallrats", que el director mantuvo con Joey Lauren Adams, para quien escribió especialmente el papel antes de reunir a todo su equipo. La suerte de cara al estudio no estaba, sin embargo, de su parte, pues los ejecutivos rechazaron financiar el proyecto si no lo protagonizaba un reparto de celebridades, contrario a los deseos de Smith, quien quería rodarla con sus colaboradores habituales; el acuerdo se zanjó aceptando su petición pero contando sólo con un presupuesto de 250.000 dólares, lo que supuso una auténtica odisea para éste y Scott Mosier.
Dividida en tres actos a lo largo de una estructura un tanto irregular, "Persiguiendo a Amy", que se inicia en New York, lejos de la New Jersey natal del cineasta, lo hace no obstante en un ambiente que nos es familiar: una convención de cómics, ensalzados por éste en la anterior "Mallrats". Ahora extiende su pasión por ellos introduciéndonos directamente en la industria a través de Holden y Banky, dos jóvenes dibujantes que disfrutan del reconocimiento gracias a su tebeo de culto "Bluntman & Chronic"; este comienzo, llevado de la mano de un humor gamberro y zafio, cuyo principal expositor será Banky, nos acerca sin duda al Smith de sus dos primeras obras.
Con ellas se establecerán significativas conexiones profundizando en el pequeño universo nacido de "Clerks", nombrándose personajes y situaciones conocidas (el funeral de Julie Dwyer, "macguffin" del "viewaskewniverse") y apareciendo el Quick Stop, el hockey, e incluso Jay y Bob se convertirán en héroes de cómic. Pero la trama despegará cuando Holden conozca a Alyssa Jones, otra dibujante de la que queda prendado sin saber que en realidad es lesbiana...lo cual le dejará hundido tras averiguarlo.
Smith dejará la comedia tosca del inicio en un segundo plano a la vez que a Banky para centrarse en los dos protagonistas y plantearnos un dilema tan serio como es el amor no correspondido; el obstáculo que supone la inclinación sexual y que deriva en una tremenda obsesión para Holden, ocupando el segundo acto del film en el cual el director nos revela su lado más emotivo y tierno, verá su cenit en la necesidad del anterior de revelar sus sentimientos a Alyssa. A partir de este momento la trama virará de forma sorprendente.
Y lo hará presentándonos una relación romántica nacida del conflicto cuya visión idealizada del amor (¿nos enamoramos a veces de lo que representa una persona en lugar de esa persona en sí misma?) conduce sin embargo a la inestabilidad, la duda y los celos, siendo arrastrados los tres protagonistas a una espiral de tensión (captada de forma visceral en esas discusiones grabadas cámara en mano) donde no se presagia un final muy agradable (en Zona Spoiler). El director nos deleita con irreverentes diálogos de índole sexual en su inmensa mayoría, tratadas al mismo tiempo desde la nostalgia y el dolor, y lleva con total naturalidad la trama de un extremo a otro, consiguiendo un raro equilibrio entre la comedia más ofensiva y desenfadada y el drama más amargo.
Todo ello mientras mantiene las referencias autobiográficas y cinéfilas (no podía faltar la de su querida "Star Wars") y aborda desde la sátira más ingeniosa temas como el racismo y la homosexualidad, de la cual se servirá para enfrentar el amor y el sexo desde dos puntos de vista: el moderno y abierto y el conservador y tradicional (de hecho Holden es, a grandes rasgos, su exagerado autorretrato). En el reparto tenemos una vez más a Ben Affleck y Jason Lee (inevitable reflejo de la pareja que antes formaban Dante y Randal o T.S. y Brodie), ambos resultando irritantes en ocasiones pero brindando unas geniales actuaciones, sobre todo el segundo, al igual que Dwight Ewell.
No obstante toda la atención recae, por supuesto, en esa preciosa e hipnótica Joey Lauren Adams, inmensa desde todos los ángulos y evolucionando a pasos agigantados como actriz (tanto más cuanto que su anterior interpretación para el director fue la de Gwen en "Mallrats"); en breves apariciones veremos a Scott Mosier, Brian O'Halloran, Ethan Suplee, un joven Matt Damon y Jason Mewes y el propio Smith retomando sus personajes de Jay y Bob (éste sorprendiéndonos a todos con un discurso emblemático).
Fantástica también la banda sonora de esta insólita, imprevisible, cínica, lúcida y mordaz tragicomedia con la que Kevin Smith maduró como cineasta mostrándose íntimo y audaz ante nosotros como nunca antes y logrando, de algún modo, trastocar los manidos códigos de la comedia romántica.
Algunas asociaciones homosexuales no la vieron con buenos ojos pero, pese a esta ruidosa minoría, "Persiguiendo a Amy" fue un éxito de crítica y público, sin duda un paso importante para el nativo de New Jersey; hoy es considerada por muchos, incluido un servidor, su última obra realmente memorable. Contiene, además, una de las más honestas y sinceras declaraciones de amor de la Historia del cine.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama.
Ver todo
spoiler:
Cualquier fan que se precie puede descubrir fácilmente las distintas constantes en el universo del director, desde personajes y lugares hasta temas o motivos que mueven la trama de sus películas.
Una de esas constantes que se repite en algunas de sus obras es la de ofrecer un desenlace desconcertante para el espectador, al cual normalmente no suele agradar o le provoca una sensación de incomodidad y desazón. Este final viene condicionado por la actitud cobarde e ingrata, las fuerzas castigadoras del karma y lo más importante, la toma de malas decisiones, pues son éstas las que llevan a la inmensa mayoría de sus abyectos y estúpidos personajes a verse atrapados en situaciones que escapan a su control, que les sacuden, confunden o cambian su vida para siempre (a menudo a peor). Le sucedía a Dante en "Clerks" (y su secuela), a T.S. en "Mallrats", a Zack en "¿Hacemos una Porno?", a Wallace en "Tusk"...y por supuesto le sucede a Holden en "Persiguiendo a Amy".
Ya hemos sido testigos de los errores de éste a lo largo de todo el metraje, de su incapacidad para elegir la opción correcta, la más generosa y la menos egoísta, así que las malas decisiones, las inseguridades y el miedo ante lo que uno no es capaz de afrontar terminará efectivamente en un final pesimista, deprimente y no menos indigesto cuando el protagonista sugiera una solución a todos los problemas con Banky y Alyssa que ninguno de ellos quiere oír del mismo modo que el público ("por favor, no lo digas", murmura asustada ésta y nosotros al mismo tiempo).
Finalmente comprobamos que Holden es presa de las malas decisiones. ¿Es una mala catarsis? Desde luego es inesperada, quizás sea demasiado creíble, quizás demasiado increíble; en la vida solemos tomar elecciones no muy acertadas y descabelladas de las que nos arrepentimos después, cuando ya es imposible volver atrás. Estaba claro que se presagiaba un desenlace melancólico y trágico, pero no tanto de qué manera iba a producirse.
Un año después Holden se reúne con Banky a distancia por última vez y después con Alyssa, a la que le pide perdón a través de su creación, "Chasing Amy" (agudo ejercicio de metaficción). No es un final tan ácido como el de "Clerks" ni tan empalagoso como el de "Mallrats", por lo tanto, ¿triunfará el amor a pesar de todo lo sucedido y de las diferencias o se pasará Holden "buscando a Amy" para siempre? En "Jay y Bob "el Silencioso" Contraatacan" nos dan una pista bastante clara aunque no satisfactoria.
Mejor es dejar a la imaginación y al deseo de cada uno lo que sucederá...
Una de esas constantes que se repite en algunas de sus obras es la de ofrecer un desenlace desconcertante para el espectador, al cual normalmente no suele agradar o le provoca una sensación de incomodidad y desazón. Este final viene condicionado por la actitud cobarde e ingrata, las fuerzas castigadoras del karma y lo más importante, la toma de malas decisiones, pues son éstas las que llevan a la inmensa mayoría de sus abyectos y estúpidos personajes a verse atrapados en situaciones que escapan a su control, que les sacuden, confunden o cambian su vida para siempre (a menudo a peor). Le sucedía a Dante en "Clerks" (y su secuela), a T.S. en "Mallrats", a Zack en "¿Hacemos una Porno?", a Wallace en "Tusk"...y por supuesto le sucede a Holden en "Persiguiendo a Amy".
Ya hemos sido testigos de los errores de éste a lo largo de todo el metraje, de su incapacidad para elegir la opción correcta, la más generosa y la menos egoísta, así que las malas decisiones, las inseguridades y el miedo ante lo que uno no es capaz de afrontar terminará efectivamente en un final pesimista, deprimente y no menos indigesto cuando el protagonista sugiera una solución a todos los problemas con Banky y Alyssa que ninguno de ellos quiere oír del mismo modo que el público ("por favor, no lo digas", murmura asustada ésta y nosotros al mismo tiempo).
Finalmente comprobamos que Holden es presa de las malas decisiones. ¿Es una mala catarsis? Desde luego es inesperada, quizás sea demasiado creíble, quizás demasiado increíble; en la vida solemos tomar elecciones no muy acertadas y descabelladas de las que nos arrepentimos después, cuando ya es imposible volver atrás. Estaba claro que se presagiaba un desenlace melancólico y trágico, pero no tanto de qué manera iba a producirse.
Un año después Holden se reúne con Banky a distancia por última vez y después con Alyssa, a la que le pide perdón a través de su creación, "Chasing Amy" (agudo ejercicio de metaficción). No es un final tan ácido como el de "Clerks" ni tan empalagoso como el de "Mallrats", por lo tanto, ¿triunfará el amor a pesar de todo lo sucedido y de las diferencias o se pasará Holden "buscando a Amy" para siempre? En "Jay y Bob "el Silencioso" Contraatacan" nos dan una pista bastante clara aunque no satisfactoria.
Mejor es dejar a la imaginación y al deseo de cada uno lo que sucederá...