El director Morgan Spurlock es un tío que me cae bien. Partamos de esa base: tiene carisma y sabe comunicar transmitiendo muy buen rollo. Y aquí decide hacer un experimento en su propio cuerpo comiendo en McDonald's, 3 veces al día durante todo un mes. (Y si le ofrecen el tamaño gigante, debe aceptarlo para desayunar, comer o cenar).

Se hace pruebas médicas antes, durante y después del proceso. Y los resultados son alucinantes. Y es que todos sabemos que ese tipo de comida es veneno para el organismo, pero hasta los médicos se sorprenden de los efectos dañinos que pueden provocar en tan solo 4 semanas. De hecho uno de los doctores le dice que le recuerda a Nicolas Cage en "Leaving Las Vegas", pero suicidándose con Big Mac en lugar de con alcohol.

Lo más interesante del documental es el origen del mismo. La idea de hacerlo nació tras una demanda de dos niñas obesas a McDonald´s por ser el causante de su exceso de peso. Pero dicha demanda se sobreseyó debido a que no se podía demostrar que fuese la cadena de comida rápida la causante de ese sobrepeso.

Básicamente los abogados adujeron que no había pruebas de que comer allí causase problemas de salud. Así que Morgan decidió experimentar con su propio cuerpo. Y durante 4 semanas vemos la degradación física y psicológica de un hombre que empieza su misión muy animado y feliz y que acaba con 12 kilos extras, disfunción eréctil, problemas renales, depresión y sintomas próximos al infarto.

Y es algo que los médicos no creían posible. Pero sus riñones empiezan a fallar a las 2 semanas, su nivel de colesterol y trigliceridos se dispara por las nubes y su carácter se va agriando con el paso de los días.

Spurlock no solo sacude a la M mayúscula, habla de otras marcas como Wendy's, Burguer King, Hershhey, Mars, Nestlé, Coca Cola... y destapa todas sus artimañas para captar, a través de un marketing agresivo, a los niños para convertirlos en adictos de por vida. Eso es lo realmente demencial de todo este asunto. Que van a por los menores con técnicas muy poco éticas.

Y bueno, todos sabemos que una dieta debe ser sana y variada. Es decir, que la trampa del documental está en comer siempre lo mismo durante 30 días. Si hubiese decidido otro alimento, o restaurante y hubiese comido allí tres veces al día, seguro que su salud también se hubiese resentido. Quizás no tanto, pero si solo comes lechuga durante 30 días, tus aminoácidos seguro que están bajo mínimos.

Pero aceptando ese juego, me parece un documental interesante por su mensaje global y por mostrar cómo esas marcas se meten en colegios para fidelizar a sus futuros clientes.

Le perdono sus pecados porque el mensaje es potente y porque el narrador nunca aparca su sentido del humor, a pesar de estar pasándolo realmente mal.

Lo mejor: Morgan es un tío "cool".
Lo peor: quizás no es un documental demasiado necesario