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España España · Logroño
Voto de Tak:
10
Drama Historia dramática que recorre 12 años (2002-2013) de la vida de Mason (Ellar Coltrane) de los seis a los dieciocho. Durante este periodo, se producen todo tipo de cambios, mudanzas y controversias, relaciones que se tambalean, bodas, diferentes colegios, primeros amores, desilusiones y momentos maravillosos. Un viaje íntimo y basado en la euforia de la niñez, los sísmicos cambios de una familia moderna y el paso del tiempo. (FILMAFFINITY) [+]
2 de octubre de 2014
2 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
Empezaré diciendo que es complicado hacer una crítica objetiva sobre esta película. El hecho de saber que el director Richard Linklater ha invertido 12 años en hacerla, supone un desafío tanto para él, como para los actores y, por supuesto, para el espectador.

Durante más de una década ha quedado con el grupo de actores una semana al año para ir articulando una historia cercana, directa y con grandes dosis de realidad, dejando el guión a un lado. Casi parece un documental sobre el paso del tiempo. A través de las vidas de esos personajes, nosotros nos miramos en el espejo de nuestra propia vida.

He de confesar que muchos de los diálogos y situaciones mostrados en el film, los he vivido yo también en momentos puntuales de mi vida, de ahí que me cueste ser distante y objetivo a la hora de hablar de uno de los hitos cinematográficos más espectaculares que he podido disfrutar en mi vida dentro de una sala de cine.

La evolución del protagonista, al que acompañamos desde que tiene 5 años hasta los 17, me hizo sentirme mayor. Porque mientras ellos rodaban esta película, mi vida pasaba: la universidad, el primer amor, el primer trabajo, el primer desamor, el primer despido... Y ahora condensan todo ese tiempo en poco menos de 3 horas, y no deja de sorprenderme el hecho de que el tiempo sea tan relativo y que se esté acabando ya el verano de mi vida.

Dura 166 minutos pero parece un cortometraje. No tiene un gran despliegue técnico (quitando un plano-secuencia en un callejón) pero apabulla. La estructura del guión es completamente lineal pero llena de matices.

Ethan Hawke y Patricia Arquette despliegan todo su talento como nunca antes lo habían hecho. Se muestran reales, auténticos y encantadores. Es complicado no empatizar con ellos. Él, abnegado padre sin estrella. Ella, sufridora madre que tropieza siempre en la misma piedra a la hora de elegir parejas.

Es una película para sentir, no para explicar. Dejen de leer estas líneas y véanla, es el único consejo que puedo darles. Déjense llevar por esa atmósfera cercana, por una banda sonora inmejorable y disfruten de una obra maestra que parece negarse a admitir que lo es. Película directa al corazón, de las que remueven el alma, que habla demasiado a menudo de cosas importantes (esas cotidianas y casi imperceptibles). No es una película, es un trozo de vida.

Lo mejor: El atrevimiento de su propuesta, su humildad, la nula intención de intentar ser una obra maestra, aún siéndolo, los actores.

Lo peor: Que se acaba, como todo en la vida.
Tak
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