Hace poco me entró la necesidad de ver en casa varias de las joyas animadas de la Pixar en un pack que compré hace unos años y que durante este forzoso encierro por la pandemia mundial me sirvieron para oxigenarme un poco y desfogar de tanto tedio y entre ellas se encontraban por supuesto las entregas de los juguetes mas famosos de la historia del cine.
TOY STORY cambió la historia no solo de la animación en el mundo del cine, sino me atrevería a decir que del séptimo arte en general, películas que se nos vendieron como para toda la familia y aunque lo son, sin dudarlo los que más las disfrutamos pienso yo que somos los adultos.
Y aquí nos encontramos con nuevas aventuras en esta cuarta entrega que muchos fans consideraban innecesaria, pero que a mi me parece una gozada volver a ver las andanzas del vaquero Woody, junto a sus inseparables amigos y nuevos personajes que van apareciendo para aportar nuevas tramas a la misma.
Sin dudarlo digo que como la primera entrega no hay ninguna pero no creo que sea justo valorarlas por separado sino como un conjunto que nos ha hecho a todos nosotros más felices y nos ha vuelto por un momento a nuestra infancia y soñando con que también nuestros juguetes cuando salíamos de casa en algún momento cobraron vida, porque ya saben los sueños sueños son...