Una entretenidísima película de acción dirigida por Peter Collinson, ambientada en la preciosa ciudad de Turin, y protagonizada por el Michael Caine más divertido, ligero y "británico" que te puedas imaginar.

Es cierto que si analizamos a "conciencia" el guión, no encontraremos nada del otro mundo en la historia, pero es que tampoco sus responsables buscan "cambiar el mundo" con este film, y en lo personal creo que replicaron de un modo correcto la (muy utilizada) trama de un robo imposible y le sumaron los exuberantes paisajes italianos, le añadieron un "toque" de elegancia y humor negro inglés y le prestaron mayor atención a las escenas de persecución, que debo de recalcar son muy originales y curiosas. Vamos, que incluso han sido imitadas en largometrajes posteriores, y de los más variados géneros (de acción especialmente).

Sin duda otro punto a destacar es el descomunal desfile de coches clásicos que pasan frente a nuestros ojos, empezando por el Lamborghini Miura, varios modelos FIAT como el 500 Abarth y por supuesto no puedo olvidarme de los 3 miticos "Minis", convertidos en íconos mundiales a partir de aquí.

Sobre el reparto además de Michael Caine, se dejan ver Noël Coward, Raf Vallone, Tony Beckley, Rossano Brazzi, Margaret Blye y resulta bastante curioso ver en un pequeño rol al mismísimo Benny Hill.

Casi me olvido de la deliciosa banda sonora compuesta por siempre magnífico Quincy Jones, para darle mayor distinción a un producto audiovisual interesante, un poco infravalorado y con un final maravilloso, irónico y hasta "malvado".