Cada vez que la veo me engancha de principio a fin. Los factores a los que lo atribuyo son varios, pero intentaré resumirlos en el menor espacio posible.
Generalmente me gusta toda la filmografía de Woody Allen, aunque esta seguida por Manhattan es mi preferida.
Esto es debido a que en ella se aprecian todas las características propias de Woody Allen pero no aquellas típicas y repetitivas en que cae demasiado a menudo en muchas de sus películas. Esta lleva el sello de Woody pero no sus tópicos, es suya y a la vez diferente de todas las otras.
La banda sonora es muy acertada y llega a fundirse con la historia hacia el final de la película.
El inicio es sublime y la metáfora que hace con el tenis y que después vuelve a surgir en la película aunque fuera de la pista es un detalle notable. La frase con que empieza es de las más inteligentes que he oído en una película, y muy al estilo de Allen, aunque con más estilo y classe de lo habitual. Esto se refleja al largo de toda la película.
La fotografía como es habitual en el director también es un punto fuerte de la película, aunque esta vez fuera de su querido Manhattan.
Por lo referente al reparto, todas las actuaciones las encuentro correctas y creíbles. Y cabe destacar que creo que Scarlett Johansson hace en ella uno de sus mejores actuaciones, no se me ocurre ninguna actriz mejor para el papel vista su actuación.
La película en sí emana el cinismo del protagonista y a la vez refleja la conducta tan habitual del ser humano de hacer valerlo todo por conseguir poder, dinero, y una buena posición.
Por qué un diez, porque no cambiaría nada absolutamente de la película, y aunque la vea una y otra vez no me cansa.
Una gran película, no obstante no la recomendaría a todo el mundo. En general como toda película de Woody Allen, o te encanta o la aborreces.