Madre mía, no creo que jamás haya dado una nota tan baja a una película, con el agravante, además, de que soy un fan perdido y poco objetivo cuando se trata de género de terror con adolescentes y asesino patoso en serie perseguidor.

Esta película es un horror, un insulto a la saga de Scream, a Sé lo que hiciste el último verano, a Leyenda urbana y sigo bajando el nivel hasta cualquier otra película del subgénero de terror para adolescentes. Si pretendía homenajear al cine de terror de los ochenta, esta directora, de la cual tomo nota para no perder el tiempo más con ninguna otra película suya, lo que ha logrado es enfangarse en una historia sin pies ni cabeza, con una mezcla de feminismo ridículo, empoderamiento y reivindicaciones estrafalarias que no tienen gracia alguna.

Tras un comienzo convencional e incluso ligeramente prometedor, la historia, poco apoyada por un reparto insulso y sin tirón alguno, se va diluyendo en una mezcla de historias de sectas, venganzas, algo similar a zombis y posesiones liségicas. Un cóctel terrible, absurdo, tan ridículo que el interés, ya minimo, que el espectador tuviera se diluye por completo.

No vean esta película, por favor. Me lo agradecerán.